No se le recordará ninguna gran noche ni tampoco ninguna debacle personal que arruinara un partido a vida o muerte del FC Barcelona. Será un jugador que pasará a la historia del club azulgrana sin pena ni gloria, como uno más del montón. Nelson Semedo se marcha a Wolverhampton habiéndose quedado a medio camino del lateral explosivo que prometía ser.
Llegó al Barcelona procedente del Benfica el verano del 2017, un año después de que Dani Alves abandonara el club, y como competencia en el lateral derecho se encontró a Sergi Roberto, un teórico centrocampista reconvertido en defensa, y Aleix Vidal, quien nunca mostró el nivel requerido en un equipo de primera talla mundial.
Con este panorama Semedo, poseedor de unas atractivas cualidades ofensivas, contaba con muchas opciones de adueñarse de la posición. Pero eso jamás ocurrió y se la fue repartiendo con Sergi Roberto en una demostración de que ninguno de los dos sumó suficientes méritos para ser indiscutible. La utopía de convertirse en el nuevo Dani Alves se fue esfumando rápidamente con el paso del tiempo.
De hecho, en las tres temporadas que el portugués estuvo en el Barcelona siempre acumuló menos minutos que Sergi Roberto a final de temporada, aunque el de Reus también participó como centrocampista en algunos encuentros.
Precisamente en el último curso fue cuando Semedo estuvo más tiempo sobre el terreno de juego, con 2.993 minutos. La temporada 2018-2019 fueron 2.886 y en su primera, 2.494.
Un indicativo de su rendimiento poco convincente tuvo lugar en el verano del 2018, cuando el seleccionador Fernando Santos no lo convocó para jugar el Mundial de Rusia con Portugal.
En las grandes derrotas azulgranas Semedo fue titular en Roma y en Lisboa, y salió en la segunda parte en Liverpool. Una de las imágenes que quedará en la retina del 2-8 ante el Bayern de Múnich será el descosido que Alphonso Davies le hizo en la jugada del 2-5, obra de Joshua Kimmich. El joven jugador canadiense superó a Semedo en técnica, velocidad y posicionamiento del cuerpo.
Igualmente pocos días después Josep Maria Bartomeu, el presidente del Barcelona, declaró a Semedo intransferible junto a Frenkie de Jong, Lenglet, Griezmann y Dembélé. Pero a la hora de la verdad las palabras se las llevó el viento.
La necesidad acuciante de hacer caja y rebajar la masa salarial que tiene el Barcelona ha abierto al portugués las puertas del mercado inglés, aún capacitado para pagar grandes cantidades en traspasos a pesar de la crisis económica provocada por la pandemia del coronavirus.
Cuatro años después del adiós de Dani Alves el Barcelona sigue cojo en el lateral derecho, la posición más blanda del conjunto azulgrana desde la salida del brasileño.
Con la información de EFE
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