Neymar no se encuentra contento en París. El delantero brasileño brilla en el Parque de los Príncipes, pero el aficionado, más allá del ritmo futbolístico, no está contento con poses y actitudes de uno de los tres mejores futbolistas del planeta. Luego de un ‘póker’ y dos asistencias en el último partido de la Ligue 1, los hinchas lo ‘pifiaron’ por no cederle el balón a Edinson Cavani, para que este se convierta en el máximo goleador histórico del PSG. ‘Ney’ no lo entendió así y se crearon una ola de rumores sobre una partida al Real Madrid.
Neymar no cuelga fotos en París, ni siquiera luego de cada partido. Todo ello crea más indicios de que quiere volver a España y tratarse de ganarse a la hinchada del Real Madrid, una que entiende más de papeles protagónicos en la cancha y no fuera de ella. Un ‘show’ como el que hizo el miércoles pasada era digno de aplausos, más no de críticas. Así lo entiende ‘Ney’, quien de acuerdo a los rumores que hay sobre su futuro, hace todo lo posible por marchase en la siguiente temporada u en la próxima. París solo será su mundo si es que gana la Champions League, el título más deseado por todos los parisinos a estas alturas.
El roce se produjo al final del encuentro, en el minuto 83, cuando el árbitro señaló penal por una falta sobre Cavani. Para entonces, el "Matador" ya había marcado un gol, el 156 desde que en 2013 aterrizó en las riberas del Sena procedente del Nápoles, con lo que igualaba con el sueco Zlatan Ibrahimovic como máximo anotador de la historia del club.
Le faltaba uno para convertirse en el único en poseer ese récord y el penalti postrero aparecía como una buena oportunidad para lograrlo.
Pero Neymar fue implacable. Agarró el balón sin mirar a nadie, lo posó en el punto de penalti y se mantuvo ajeno a los gritos de "Cavani Cavani" que provenían de las gradas, tornados pronto en silbidos que mancharon una noche mágica.
La estrella brasileña logró su cuarto gol, pero algo se había roto. El jugador, visiblemente molesto, abandonó cabizbajo el césped, evitó responder a las televisiones oficiales y menospreció el trofeo de "jugador del partido" que le ofreció un miembro del club, antes de abandonar el estadio serio.
En una noche diseñada para que Neymar mostrara su mejor sonrisa y presumiera de valer todo lo que costó, los silbidos ensombrecieron la fiesta.
No es la primera vez que el público toma partido por Cavani en su contencioso con Neymar sobre quién debe lanzar los penaltis.