No se entendió muy bien qué quiso hacer Solari. Si utilizar a Marcelo como interior aprovechando su buen trato de balón, o 'proteger' a Reguilón, como una especie de doble lateral. De hecho, ni al jugador ni al entrenador les quedó muy claro el 'experimento', el cual, para suerte del Real Madrid, solo duró el primer tiempo. Dicho sea de paso, coincidencia o no, los 45' más flojos de los 'blancos' en Butarque.
Tras dos partidos en el banquillo, Marcelo -criticado por su mal forma física- apareció en el once titular del 'Indiecito' pero en la segunda línea de volantes, formando un 'tridente' junto a Isco y Lucas Vázquez, por delante de Casemiro y Valverde. Todo un fiasco.
Es más, el propio Solari reconoció en conferencia de prensa, que su apuesta inicial no resultó en lo absoluto.
"A veces intentamos cosas y cuando no funcionan es nuestro deber intentar mejorarlas cambiándolas. Así fue, mejoramos la segunda parte pero no para quedarnos satisfechos y marcar. Nos faltó profundidad. Pagamos no tener una referencia específica en ataque", dijo el entrenador argentino.
Para la segunda mitad, tal y como indica Solari, las cosas se reacomodaron, Marcelo fue a su puesto de lateral por izquierda y Reguilón salió para que Dani Ceballos tome el medio campo. Si bien la 'Casa Blanca' no alcanzó a anotar, mejoró mucho en cuanto a situaciones de gol.
Por ahora, la clasificación a cuartos de final de Copa del Rey tapa en algo la pálida actuación que ofreció el Real Madrid en Butarque, pero al menos a Solari le va quedando claro algo: que Marcelo no vuelve al medio campo, y que si quiere recuperar su puesto de titular debe mejorar y mucho.