Zinedine Zidane está viviendo su traspié más grande desde que tomó las riendas del primer equipo del Real Madrid. Eliminado de la Copa del Rey y a 19 puntos del Barcelona en la Liga Santander, los dirigidos por el francés solo tienen en la Champions League su única opción de terminar bien la temporada.
Con un Benzema intrascendente, un Cristiano desconocido y un Zidane cerrado, Real Madrid ha encontrado su peor versión desde que el galo se puso el buzo de director técnico.
Pero Zidane no solo ha vivido como técnico los peores partidos, sino también como jugador. Nadie olvidará ese cabezazo a Meterazzi en la final de la Copa del Mundo del 2006. Dejó a Francia con uno menos y vio como Italia se hacía con el trofeo.