Solari la tenía clara, era el partido clave si el Real Madrid no quería decirle adiós al título de LaLiga Santander antes de tiempo, y así lo afrontó. En el Benito Villamarín y frente a un Real Betis que ya se había tumbado al Barcelona a domicilio, el 'Indiecito' ensayó varios cambios en su once ideal, además de lo habitual que ya es ver a Isco en el banquillo, y obtuvo tres puntos de oro.
El entrenador del Madrid salió al campo con tres centrales: Sergio Ramos, Raphaël Varane y Nacho Fernández, para dejar a Dani Carvajal y Sergio Reguilón como 'carrilleros'. Y precisamente aquí Solari se la jugó, pues por segundo partido consecutivo dejó a Marcelo en el banquillo.
El brasileño había sido el principal cuestionado y señalado tras la derrota en el Bernabéu ante la Real Sociedad por su evidente mal estado físico. Esta vez, Reguilón salió desde el primer minuto y no desentonó.
En el medio campo, Casemiro y Modric no tuvieron a Kroos al lado, ausente por lesión. Y en su reemplazo Solari mandó a Federico Valverde, el uruguayo de 20 años que con el 'Indiecito' viene sumando varios minutos. El mediocampista fue uno de los puntos altos del Madrid en el Benito Villamarín.
Y finalmente, Benzema y Vinicius lideraron el ataque. Cada vez se complementan mejor y juntos se encargaron de poner de cabeza a la defensa verdiblanca en el primer tiempo, pues el francés tuvo que ser cambiado por una torcedura en un dedo de la mano derecha.
Así saltó el Real Madrid ante el Real Betis, con un 3-5-2, que cambió a 5-3-2 cuando tuvo que replegar a defender. Los 'blancos', este domingo más que nunca, sacaron 'oro' del contraataque, y por esa vía definieron el partido, gracias a una descolgada de Casemiro que fue cortado con falta, y que Dani Ceballos cambió por gol a través de un buen tiro libre.