Son muchas las veces que Cristiano Ronaldo y Lionel Messi se han cruzado en una cancha. Los números favorecen, y de lejos, al argentino. Sin embargo, no es lo único. Messi tiene recuerdos especiales en Clásicos, como el día que dejó en rodillas a su rival.
17 de agosto del 2011. Barcelona y Real Madrid se enfrentaban en el Camp Nou por la Supercopa de España. Como es lógico, Lionel Messi y Cristiano Ronaldo estaban destinados a llevarse todas las miradas del público. Las cámaras seguían los pasos de los mejores del mundo.
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Corría el minuto 43 del primer tiempo. Barcelona y Real Madrid empataban 1-1 con goles de Iniesta y Ronaldo. Y en una de esas típicas jugadas del 'tiki-taka', el Barza marcó el segundo. Lionel Messi recibió un preciso pase de taco de Piqué. Corrió hacía el arco de Casillas, mientras Cristiano lo perseguía.
El portugués solo vio su sombra. No pudo contra la velocidad de Lionel Messi, que terminó marcando el segundo. Y a 10' del final, el argentino repetiría la hazaña al hacer el gol que le daría definitivamente la Supercopa de España al Barcelona.