Martin Braithwaite llega a Barcelona procedente del Leganés. (@Barcelona)
Martin Braithwaite llega a Barcelona procedente del Leganés. (@Barcelona)

Por: ADRIÀ COROMINAS (@adriacat)

A le salió el sol en plena noche. Todo el mundo sueña con jugar en un equipo como el y a él, sin pensar que le llegaría este día, le tocó la lotería en el momento menos esperado.

Un día escribí la receta del cóctel del Barça que, históricamente, no ha sido otro que Masía más cracks. El Barça se ha nutrido siempre de su cantera y, para complementar un plantel competitivo, busca a fuera a los mejores. Pero ahora se demuestra que en este club se hacen las cosas tan mal que ya puede jugar cualquiera.

La mala gestión de la directiva blaugrana cada día es más evidente. Con su dirección, el club ha entrado en un espiral que le lleva de chapuza en chapuza. La última, este fichaje. Sinceramente, desconozco el potencial del danés, pero si queremos que los refuerzos sean “los mejores” y no le conocemos, empezamos mal. Pero es que además, el Barça se vendió a un producto de la cantera con proyección como Carles Pérez solo para cuadrar sus números. Al catalán se lo quitaron de encima por 11 millones de euros. Tras la lesión de Dembélé, el equipo se quedó con solo 16 jugadores del primer equipo y Ansu Fati, que aunque sea juvenil, lo podemos contar como uno más. Una cifra que no da para ser competitivo y que te obliga a comprar. Un desastre de planificación que se acentúa con la incorporación de Braithwaite por 7 millones más de lo que se recibió por Pérez, un jugador que, recordemos otra vez, se vendió para cuadrar números.

Espero que alguien me explique algún día porque se vendió a Carles Pérez, un jugador que empezaba a ganarse el cariño de la afición, y se compró a un desconocido por todavía más dinero. Que me lo expliquen porque yo no lo entiendo.

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