La UEFA anunció este miércoles que ha ampliado la suspensión por dopaje del francés Samir Nasri, actualmente sin equipo, de seis a 18 meses. Es decir, el internacional galo no podrá volver a jugar hasta el 1 de enero de 2019.
Nasri, que dejó su último club, el Antalyaspor turco, el pasado mes de enero, había sido suspendido por seis meses a finales de febrero de 2018 por haberse sometido a una transfusión intravenosa de vitaminas, método prohibido por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA).
El organismo de control, ética y disciplina de la UEFA recurrió dicha sanción. La suspensión comenzó con carácter retroactivo el 1 de julio de 2017, por lo que el ex jugador del Sevilla no podrá pisar los terrenos de juego antes del 1 de enero de 2019. Sí podrá, sin embargo, entrenarse con cualquier club a partir del 1 de noviembre de 2018.
El origen de los hechos se remonta al paso del jugador por una clínica estadounidense cuando militaba en el Sevilla en calidad de cedido por el Manchester City. La clínica Drip Doctors, situada en Los Ángeles, publicó en Twitter haber sometido a "un tratamiento intravenoso" de vitaminas al ex jugador del Marsella y del Arsenal.
La Agencia Española Antidopaje (Aepsad) abrió entonces una investigación a finales de 2016. Esta práctica está prohibida a menos que el jugador disponga de un certificado que la autorice, pero la UEFA rechazó dispensar una autorización de uso terapéutico de manera retroactiva.