El cuerpo de Emiliano Sala, fallecido el mes pasado en un accidente aéreo en el Canal de la Mancha, fue velado en su pequeño pueblo natal de Progreso, donde fue recibido como un héroe entre lágrimas colectivas por familiares y amigos antes de su cremación.
Sala era conocido y apreciado por todos en el pueblo y también entre sus compañeros de los equipos en los que jugó. Para asistir al funeral y dar cierre a esta tragedia futbolística, el viernes llegó a Argentina su amigo y compañero en el Nantes, Nicolás Pallois.
El defensor francés de 31 años precisamente pidió permiso a su club para estar presente en el funeral. Pallois fue el último que vio a Emiliano Sala con vida pues lo llevó al aeropuerto donde el desaparecido futbolista argentino tomó el avión en el que encontró la muerte.
El adiós definitivo
Cuando finalice el velatorio, los restos del jugador serán trasladados a la ciudad de Santa Fe, 80 kilómetros al sur de Progreso, para ser cremados. La familia de Emiliano Sala no dio detalles sobre el destino final de sus cenizas.