Luis Enrique se encuentra muy cerca de ser anunciado como el próximo entrenador del Paris Saint-Germain. Solo unos meses después de haber dejado la selección de España, el técnico asturiano está lista para volver a los banquillos y así convertirse en el sucesor de Christophe Galtier. Como sabe que ya tiene el puesto asegurado, el expreparador del Barcelona ha empezado a conversar con los altos mandos del PSG sobre los objetivos del mercado de fichajes para la próxima campaña. Uno de ellos juega nada menos que en Real Madrid y está tasado en 1.000 millones de euros.
Se trata nada menos que de Rodrygo Goes. Según el programa español El Chiringuito, PSG podría estar dispuesto a proponer un intercambio de jugadores que involucre al brasileño y Kylian Mbappé. Tal movimiento reduciría considerablemente la suma del traspaso para el delantero francés, lo que potencialmente haría el trato más viable para el PSG.
“A pesar de las complejidades involucradas en cualquier transferencia potencial, Luis Enrique tiene una fuerte creencia en las habilidades de Rodrygo y lo considera un activo para el renovado equipo del PSG”, explicó Paco Buyo en las tertulias del jueves de El Chiringuito.
La versatilidad, creatividad y habilidades técnicas del brasileño se alinean con el estilo de juego ofensivo que Luis Enrique prefiere. Además, con la posible partida de Mbappé en el horizonte, adquirir a un jugador del calibre de Rodrygo ayudaría a llenar el vacío dejado por la superestrella francesa Kylian Mbappé.
La figura del Real Madrid
Rodrygo ha estado causando sensación en el Santiago Bernabéu y se le considera una de las estrellas emergentes del Real Madrid. Sus habilidades excepcionales, agilidad y capacidad para marcar goles han llamado la atención de los mejores clubes de toda Europa. Sin embargo, convencerlo de abandonar la capital española será difícil.
Queda por ver si PSG podrá negociar un acuerdo que satisfaga a todas las partes involucradas. El Real Madrid valora en gran medida a Rodrygo y es poco probable que deje ir fácilmente a su joven promesa. La cláusula de 1.000 millones de euros, con la que lo ató en su última renovación hasta 2028, así lo demuestra.
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