Grafite toma la pelota por la banda izquierda. Se saca a dos con un escurridizo amague. Como si no fuera suficiente, también humilla al portero y termina la jugada con un taco. ¡Golazo! El brasileño ha hecho el mejor gol de la temporada 2009/10 de la Bundesliga, aunque este solo un recuerdo de sus días más felices en el fútbol.
Hoy, con 37 años y viviendo sus últimos años en el fútbol profesional, el exgoleador del Wolfsburgo ha visto su vida convertirse en un drama debido a la severa crisis que atraviesa el Santa Cruz, club donde es ídolo, pero que no tiene cómo mantener a sus jugadores.
Aunque se trata del referente del equipo, Grafite no escapa a las penurias que de alguna forma hicieron que Santa Cruz pierda la categoría en la Serie A el año pasado. El también exdelantero del Al Ahli ha revelado incluso que muchas veces no hay para comer.
"Hay días en los que la cocina está cerrada y tenemos que comprar el desayuno para luego poder entrenarnos. Nosotros mismos lo servimos. Dentro del campo se refleja lo que se ve afuera. Si hubiesen venido los buenos resultados, no habríamos descendido, pero faltó mucha planificación", afirmó Grafite.
El delantero brasileño de 37 años confesó incluso en la entrevista a Globoesporte, que " para los partidos en regiones en las que hacía frío el plantel no tenía abrigo". Simplemente crudo.
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