El defensa francés de 28 años, Benjamin Mendy, acusado de varias violaciones en Inglaterra, fue presentado este lunes ante el jurado como un “depredador” que abusaba de víctimas “vulnerables, aterrorizadas y aisladas”. Como se recuerda, el futbolista, suspendido un año por el Manchester City, está siendo juzgado en la ciudad inglesa de Chester por ocho violaciones, un intento por el mismo hecho y una agresión sexual contra siete mujeres.
Si bien Benjamin Mendy niega los diez cargos que se le imputan, y que conciernen hechos presuntamente ocurridos entre octubre de 2018 y agosto de 2021 en su casa, se enfrenta a una cadena perpetua.
En el mismo juicio, también se acusa a otro hombre, Louis Saha Matturie, procesado por ocho violaciones y cuatro agresiones sexuales a ocho mujeres entre julio de 2012 y agosto de 2021.
“El caso es simple”, dijo este lunes el fiscal Timothy Cray al jurado. “No tiene mucho que ver con el fútbol. Es otro capítulo de una historia muy antigua: hombres que violan y agreden a mujeres porque creen que tienen poder y porque creen que se saldrán con la suya”, prosiguió.
Cray calificó a los dos acusados como “depredadores dispuestos a cometer abusos sexuales graves” sobre víctimas jóvenes “vulnerables, aterrorizadas y aisladas”, y señaló que los teléfonos de algunas mujeres pudieron haber sido confiscados cuando acudían a la casa del jugador.
El fiscal también dio detalles sobre los vínculos entre Mendy y Saha, que hasta este momento no habían sido aclarados. Saha, amigo de Mendy, según Cray, era el responsable de “encontrar mujeres jóvenes y crear situaciones en las que pudieran ser violadas y agredidas sexualmente”.
“Pregúntese”, dijo Cray a los miembros del jurado, “¿quién tenía el poder y el control en las situaciones que vivieron estas mujeres?”.
En ese momento, Benjamin Mendy estaba viviendo “un período de éxito y disfrutando de una vida privilegiada”, añadió. “Se le abrieron las puertas de los restaurantes y de las discotecas, la gente quería estar con él” y “Saha era parte de este mundo, contactaba a las chicas, las llamaba”, detalló.
Según el fiscal, los acusados “sabían muy bien lo que hacían” y estaban “dispuestos a traspasar la línea” del consentimiento “una y otra vez”.
Se tiene previsto que el juicio contra Benjamin Mendy, desarrollado en Chester Crown Court, en el suroeste de Mánchester, dure más de tres meses.
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