El Manchester City atraviesa una racha negativa con su séptima derrota en los últimos diez partidos, lo que ha puesto nuevamente a Pep Guardiola en el centro de las críticas. Aunque los resultados no han empeorado drásticamente, las bases que sostienen el éxito del equipo parecen haberse debilitado: conceden más ocasiones, son más vulnerables y cometen errores defensivos. Esta situación ha dejado al equipo en una posición complicada en la Champions League, donde se enfrentará al PSG y al Brujas en las últimas dos jornadas, con el riesgo de quedar eliminado en la fase de grupos.
El reciente triunfo de la Juventus sobre el City (2-0), transmitido por Sky Sport Italia, fue aprovechado por uno de sus analistas para criticar al equipo inglés. Fabio Capello, colaborador del medio, centró sus reproches en Guardiola: “Es un gran entrenador, pero es demasiado arrogante y presuntuoso. A veces, incluso ha perdido títulos porque quería demostrar que era él quien ganaba y no los jugadores. En partidos importantes dejó fuera a figuras clave del equipo. En mi opinión, eso fue un intento de quitarle protagonismo y mérito a su equipo”, comentó.
Capello fue aún más allá al sugerir un posible desgaste en la relación entre Guardiola y sus jugadores después de casi una década al mando del Manchester City: “Quizás los jugadores ya no aguanten a Guardiola porque, llegado un momento, ya no tengan nada nuevo que darle”.
La temporada aún está en curso, y queda por ver si Guardiola y el Manchester City podrán superar esta oleada de críticas. A lo largo de su carrera, el entrenador catalán ha demostrado ser capaz de reinventarse y de salir fortalecido en situaciones adversas. Este desafío podría ser una oportunidad más para confirmar su capacidad como técnico ganador.
Manchester City atraviesa una de las peores rachas de su historia reciente. Este miércoles cayó 2-0 contra Juventus, acumulando solo una victoria y dos empates en sus últimos nueve encuentros entre Premier League y Champions League. Esta crisis lo ha relegado al cuarto puesto en el torneo local y al 22° en el certamen internacional, dejando al equipo dirigido por Pep Guardiola bajo el escrutinio público mientras se busca una explicación para este declive.
Guardiola, quien renovó contrato por dos temporadas más, ha asumido la responsabilidad del difícil momento. “Nunca pensé que ganar sería eterno. Esto también pasará”, declaró, reconociendo que las críticas son inevitables. Sin embargo, rumores apuntan a tensiones internas, especialmente con jugadores clave como Kevin De Bruyne. La relación entre técnico y vestuario parece deteriorarse, según analistas como Gary Neville, lo que añade incertidumbre al futuro del equipo.
El punto más polémico ocurrió en el empate 3-3 contra Feyenoord tras ir ganando 3-0, un partido que desató la frustración de Guardiola, quien incluso confesó haberse autolesionado por la rabia. Este episodio refleja la presión que enfrenta el técnico y el equipo, generando dudas sobre si podrán recuperar la estabilidad y retomar su camino hacia el éxito.
Contenido GEC