El juego de Pep Guardiola no permite errores. El español puede soportar que un equipo le haga un gol de buena factura, o siendo superior, pero no le gusta regalarle oportunidades al rival. West Ham recibió una gran ayuda de Willy Caballero para descontar en el marcador y dejar el partido abierto.
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Manchester City dominaba el partido sin problemas. Si bien el equipo de Pep Guardiola volvió al terreno de juego después del descanso menos intenso en materia ofensiva, no tenía problemas con los ataques del West Ham, que prácticamente estaba derrotado.
Sin embargo, una acción por la banda izquierda de Musuaku hizo enfurecer a Guardiola. El francés superó a Zabaleta y tras un tibio centro logró que Antonio anote el gol para el West Ham.
No obstante, lo que más enfureció a Josep Guardiola fue la mala salida de Willy Caballero. El portero no midió bien el centro y le regaló la oportunidad al atacante inglés de descontar el cotejo con un buen testazo.
Sin ninguna duda Pep Guardiola hablará fuertemente con sus dirigidos para evitar que estas situaciones vuelvan a ocurrir. El español no quiere errores en los partidos, y no los va a aguantar.
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