El mundo del fútbol se encuentra nuevamente envuelto en una polémica de violencia de género que ha generado un profundo impacto en la comunidad deportiva. En esta ocasión, el jugador en el centro de la controversia es Antony, quien recientemente fue separado de la Selección de Brasil, y ahora se enfrenta a la posibilidad de ser apartado también de las filas del Manchester United. Al menos, eso es lo que asegura el portal brasileño UOL Esporte este miércoles tras el gran escándalo protagonizado por el exdelantero del Ajax.
La citada fuente apunta que el equipo inglés ha tomado nota de las acusaciones contra Antony y está considerando seriamente la opción de apartar al jugador del plantel profesional mientras se resuelve su caso. Esta medida refleja el compromiso del club con la tolerancia cero hacia la violencia de género y su responsabilidad en la promoción de valores éticos y morales en el deporte.
La contratación de Antony por parte del Manchester United hace un año atrás, por una suma significativa de 95 millones de euros, prometía ser una inversión fructífera para el equipo. Sin embargo, las recientes acusaciones de violencia de género han ensombrecido su futuro en el club y han planteado interrogantes sobre su continuidad.
Este no es el primer caso en el que el United toma medidas drásticas en respuesta a acusaciones de violencia de género por parte de uno de sus jugadores. Un ejemplo notable es el de Mason Greenwood, quien se vio envuelto en un escándalo similar en enero de 2022.
Tras la divulgación de videos que mostraban agresiones hacia su pareja, el joven atacante británico dejó de entrenarse con el primer equipo. Posteriormente, la justicia emitió su veredicto y Greenwood fue enviado a préstamo al Getafe, en España. Esta decisión marcó un precedente en la política del club.
En un comunicado emitido por el jugador, declaró: “Puedo decir con confianza que las acusaciones son falsas y que las pruebas que he aportado muestran que soy inocente”. Además, el futbolista reconoció que su relación con la señorita Gabriela fue “tumultuosa”, con “ofensas verbales por parte de ambos”, pero enfatizó que “nunca hubo ninguna agresión física”.
La confianza de Antony en la investigación policial es evidente en sus declaraciones, ya que expresó su esperanza de que “demostrará la verdad sobre mi inocencia”.
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