Wayne Rooney dejó el Manchester United porque se dio cuenta que su ciclo había terminado. Dejó la historia y experiencias para volver al equipo que lo vio crecer en el fútbol: Everton. Sin embargo, la temporada no ha sido la espada por varios.
Luego de un pésimo comienzo, Everton ha empezado a encontrar los resultados que necesitaba para alzar en la tabla de posiciones y seguir luchando por alguna opción que no sea descender.
Everton enfrentó al Liverpool esta mañana en Anfield y fue dominado totalmente. Es más, el gol del Liverpool llegó y parecía todo consumado. Sin embargo, la ilógica del fútbol se volvió a hacer presente.
Un contragolpe aislado terminó siendo un penal a favor del Everton. El dueño de esas jugadas es Wayne Rooney, quien fusiló a Mignolet y lo dejó sin chances de atajar el esférico.
Everton sumó un punto más y respira más tranquilo en la Premier League. Sacar un punto en Anfield es digno de admirar.