Lamentablemente, el racismo está dentro de nuestra sociedad. Los insultos a partir de la discriminación afectan en gran medida las relaciones interpersonales, y claro está, el fútbol está dentro de ellas. La Serie A fue el escenario que mostró los rezagos de la ignorancia.
Sulley Muntari, jugador ghanés que milita en el Pescara de la Serie A sufrió insultos racista de parte de la hinchada del Cagliari. El volante, decidió parar el partido. Sin embargo, el juez del partido decidió sacarle tarjeta amarilla. Realmente increíble.
"Estuvieron haciendo cánticos contra mí desde el comienzo", afirmó Muntari. "En el primer tiempo, y vi que había algunos niños en el grupo, así que me dirigí a sus padres y les regalé mi camiseta, para poner un buen ejemplo"
"Los gritos siguieron después con otro grupo de fanáticos. Traté de razonar con ellos, pero el árbitro me dijo que debía olvidarme de eso. Fue entonces cuando me disgusté, porque en vez de parar el partido, decidió castigarme"
En el último minuto del partido, las quejas del volante se volvieron insoportables para el árbitro, quien decidió sacarle la tarjeta amarilla. Tras esto, el jugador decidió abandonar el terreno de juego, totalmente indignado.
"Los fanáticos estuvieron mal, pero el árbitro tenía que actuar de un modo distinto, sin acusarme de causar el problema", dijo el ex jugador del Inter de Milán. "¿Qué se supone que tengo que hacer? ¿Quedarme parado y que todo siga así? Eso sería un mal ejemplo. Hay que terminar con esto. Si los árbitros pararan los partidos, estoy convencido de que estas cosas no sucederían más", finalizó.