Tan importante como hacer los goles para los delanteros, es evitarlos para los arqueros. Así lo demostró, en esta ocasión, Gianluigi Donnarumma, que fue clave en la victoria de AC Milan con una espectacular atajada ante Juventus.
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El joven portero de 17 años le quitó el grito de gol a Sami Khedira con una notable estirada en los últimos segundos. El alemán remató de larga distancia, y no contó con esa reacción para evitar el empate ante el líder del torneo.
Luego de esa acción, Nicola Rizzoli hizo sonar su silbato. Y, de imediato, los compañeros de Gianluigi Donnarumma se acercaron a él para felicitarlo e iniciar un efusivo festejo en el Estadio San Siro.
El equipo dirigido por Vincenzo Montella se impuso a la 'Vecchia Signora' por 1-0 con gol de Manuel Locatelli. De esta manera, quebraron la mala racha de cuatro años sin poder ganarle: la última vez había sido el 25 de noviembre del 2012.
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