es uno de los futbolistas italianos recordados por viajar de un rival a otro. En la temporada 2010, tomó a la decisión de dejar Napoli para firmar por Juventus de la Serie A. Cuando lo hizo, sabía que esto traería graves consecuencias con la hinchada ‘celeste’ pero nunca pensó que sería tanto. Su historia ya es viral en .

Las acusaciones de “traidor” llegaron sobre Fabio; sin embargo, todo se puso más grave cuando las empezaron a llegarle cartas anónimas con duras amenazas y a su familia, acusándole de pertenecer a la mafia napolitana, de traficar con drogas y ser un pedófilo.

Todo se complicó para Quagliarella, napolitano de nacimiento, hasta que en el 2017 decidió romper su silencio.

“Siempre me había imaginado como capitán del Napoli, de ganar algo con ellos porque se estaban convirtiendo en un equipo tan bueno como lo son ahora. Si nada de esto hubiera sucedido. Estoy seguro de que todavía estaría jugando allí ahora”, dijo el delantero tras un partido con la selección.

Luego de investigaciones, se reveló que Rafaelle Picolo, cartero, se hizo pasar por policía entre el 2006 y 2010 para tratar directamente con Fabio y ‘ayudarle’ a descubrir la verdadera identidad de un acosador que en realida era el mismo.

Gracias a su profesión, le enviaba cartas anónimas con duras letras que ponían en peligro la integridad del jugador.

“Han sido años muy complicados para mi y para mi familia - ha comentado Quagliarella, conmovido tras el partido - pero afortunadamente se ha hecho justicia”.

Rafaelle Picolo fue condenado a cinco años de cárcel.