Su contratación aún genera todo un revuelo en Europa. Victor Osimhen fue anunciado como nuevo fichaje del Napoli y si bien el club aún no hizo oficial el monto de la transferencia, los medios de dicho país aseguran que la cifra bordea los 70 millones de euros, con lo cual el nigeriano se convertiría en el fichaje más caro de la historia de la institución.
Con apenas 21 años, la vida del atacante proveniente del Lille -jugó 37 partidos, anotó 18 goles y generó 5 asistencias- ha dado un giro de 180 grados en menos de cuatro años, desde su debut en el fútbol profesional con la camiseta del Wolfsburgo.
Aunque su sueño siempre fue ser futbolista, tuvo que remar contracorriente contra las carencias económicas que fueron parte de todos sus primeros años de vida. Según señaló el propio Osimhen hace algún tiempo, su infancia fue dura y muchas veces solo atinaba a llorar para pedir que todo acabe pronto.
“Vivía en un lugar realmente pobre y en nuestra calle, mi familia era una de las más pobres. A veces, el arrendador venía a hablar con mi padre por el tema del alquiler, y yo me iba a la vuelta de la esquina a llorar y a rezarle a Dios para que nos ayudara”, confesó el delantero en una entrevista.
Su casa se situaba muy cerca de un gran basurero al aire libre, un lugar donde Victor encontró sus primeros zapatos de fútbol. “Alguien, alguna vez, los tiene que tirar”, recordó. Sin embargo, la búsqueda tuvo que ser larga y paciente, hasta que por fin pudo encontrar los chimpunes que tanto anhelaba. Como era de suponer no se encontraban en buen estado y con mucho ingenio pudo ponerlos a punto para que puedan serle útiles. Eso sí, muchas veces usaba dos marcas distintas en cada pie, ya que solo encontraba un par de los botines.
“Nada era sencillo para nosotros. Si hoy no estuviera jugando al fútbol, seguro que estaría vendiendo cosas para ayudar a mi familia”, afirmó.
Sin embargo, el basurero no solo le permitió tener sus primero chimpunes, sino que también lo ayudó a solventar los gastos en casa. La temprana muerte de su madre, cuando apenas tenia seis años, y el desempleo de su padre, hicieron que Victor y sus hermanos salgan a ganarse el pan de cada día. Uno de sus primeros trabajos fue vender bolsas con agua a los trabajadores del basurero.
“Fue realmente difícil, pero todo está en el pasado ahora. Estoy feliz de haber atravesado esa fase de la vida porque me ayudó a cumplir mis sueños. Mi familia está bien ahora. Y eso es lo más importante”, señaló Osimhen. Las cosas de la vida: ahora es el futbolista africano más caro de la historia.
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