Los resultados para Cruz Azul bajo el mando de Pedro Caixinha en este Clausura 2018 siguen sin dar fruto, por lo que las reservas de paciencia dentro de la afición celeste destinadas para este torneo parece que están a punto de agotarse, y prueba de ello fueron los sonoros abucheos hacia el equipo al término del partido frente a Necaxa en el que los celestes fueron superados por 0 a 2.
Además, este descalabro, que es el segundo en liga desde que el estratega portugués llegó al banquillo cementero, hace que la maldición personal que tiene con el coloso de la Colonia Noche Buena aún se mantenga sin fecha de expiración, pues Caixinha aún no sabe lo que es ganar en la cancha del Estadio Azul en todo su andar por México, con un récord de cuatro derrotas cuando dirigió a Santos (2012-15) que se suman a su récord como timonel azul de dos empates y el resultado de este encuentro.
El estilo ofensivo y con personalidad que Caixinha demostró durante su estadía en Santos, que lo llevó a coronarse campeón con Santos en el Clausura 2015, parece no haber llegado desde Escocia dentro de las maletas del portugués, pues sus pupilos aún no se impregnan con la idea que el técnico desea pese a que en conferencia de prensa manifestó que "hoy está muy próximo a ser el Cruz Azul que quiero".
Independientemente de este partido en el que Cruz Azul sufrió bajas dentro del once titular debido a un virus respiratorio y sanciones por expulsión, la bajara de variantes ofensivas mostradas tras un tercio de torneo ha demostrado ser paupérrima y hasta cierto punto necia.
No es posible que no exista dentro de un equipo otra idea ofensiva que no sean centros y se insista con el mismo accionar tras seis jornadas transcurridas en las que los balones aéreos no tengan remitente y las llegadas por dentro sean leídas por la zaga defensiva en turno con mucha facilidad, lo que ha resultado en una poca cosecha de goles y frustración dentro de los jugadores de ataque, que no terminan por entenderse a pesar que de inicio parecían ser una combinación de miedo.
Para la próxima fecha, Cruz Azul visitará a Monterrey en la cancha del BBVA una ofensiva que sí ha demostrado ser de cuidado, por lo que Caixinha, que en teoría ya contará con plantilla completa, deberá plantar cara al enfrentamiento con la autoridad de "un equipo grande" si es que desea revertir los ánimos en la grada y sobretodo mantenerse en la lucha por las aspiraciones por liguilla que de momento van en picada.
Desde México
Sergio Domínguez
@Corey_Cohen