En esta parte del continente, la actividad en el fútbol profesional continúa con el habitual receso post-celebraciones de fin de 2017. Se Habla más de fichajes y planificación. En cambio, en México, los 18 equipos que conforman la Liga MX ultiman detalles, tras algunos partidos amistosos y trabajos de pretemporada, para iniciar el difícil desafío llamado Clausura 2018. Un torneo que arrancará desde el viernes 5 de enero, y que tendrá, al menos, a diez peruanos en competencia.
Es evidente que luego de la llegada de Raúl Ruidíaz, a mediados del 2016, la confianza hacia los jugadores nacionales se multiplicó. La rápida adaptación de la ‘Pulga’ al balompié azteca permitió que, en sus dos primeros semestres, el delantero se convierta en el campeón de goleo, con un total de 20 anotaciones y sea, desde entonces, el máximo artillero de la ‘Monarquía’. Así, Ruidíaz se ganó el respeto y cambió por elogios las críticas que generó, en un comienzo, su gol con la mano a Brasil en la Copa América Centenario. Justo y merecido.
En el camino, la legión peruana en la Liga MX fue aumentando. Días previos a la confirmación del fichaje de Ruidíaz, Pedro Gallese fue anunciado como refuerzo de Veracruz. Meses después, Andy Polo (Monarcas Morelia), Luis Advíncula y Pedro Aquino (Lobos BUAP), con momentos buenos y no tan buenos, llegaron y demostraron estar a la altura de una de las ligas más competitivas de América. Para el certamen que se avecina, de la ‘invasión peruana’ también serán parte Ray Sandoval (Morelia), Carlos Cáceda (podría ser prestado por Veracruz), Irven Ávila (Lobos BUAP), Anderson Santamaría (Puebla), Alexi Gómez (Atlas) y, en caso pase la prueba, Roberto Villamarín se incorporará a los ‘Zorros’ de Guadalajara.
Si hasta hace algunos años, para enumerar los peruanos con trascendencia en el extranjero, sobraban los dedos de las manos; hoy la situación es diferente. Solo con los jugadores que militan en México se podría formar casi un equipo titular. Además de la garantía que significó el arribo de Raúl Ruidíaz, las circunstancias coincidieron con los pasos que fue dando la Selección Peruana. Hubo un crecimiento y, desde tierras aztecas, no dudaron en mirar el mercado nacional para llevarse a los más destacados de la liga local.
Con la clasificación al Mundial -más de tres décadas después- es una muy grata noticia saber que más peruanos migraron y las opciones para Ricardo Gareca se acrecientan para futuras convocatorias. Partiendo de la premisa de que la mayoría se perfila como titulares, también es satisfactorio saber que continuidad no les faltará. Por lo pronto, queda esperar que todos ellos confirmen, con argumentos, que sus llegadas no corresponden a la casualidad.
Porque recordemos que todos llegan con la etiqueta de refuerzos y no para ser pasársela como meras incorporaciones. La exigencia en la Liga MX, en la que ahora llegan jugadores de Francia y España, con más frecuencia, además de los futuros mundialistas de varios países sudamericanos, hace que los partidos sean más atractivos y el nivel de dificultad aumente. Y para eso, deben estar preparados. Pensando no solo en estar en la lista final para el Mundial, sino en el desarrollo de sus propias carreras.