‘In extremis’ sufriendo y con suerte: España está en los octavos de final de la Copa del Mundo casi por milagro, en una noche en la que, más allá del fútbol, la locura fue la gran protagonista en el Khalifa International Stadium. El grupo E acabó siendo una ‘caldera’ y España acabó metiéndose en la siguiente fase por un ‘favor’ de Alemania contra Costa Rica.
En un partido en el que se firmaron varias historias diferentes, Luis Enrique apostó por las sorpresas en su alineación para rotar e intentar algo nuevo, con las principales novedades en los laterales (Azpilicueta por Carvajal, aunque salió en la segunda mitad, mientras que Balde partió por la izquierda) y en la delantera, con Nico Williams y Dani Olmo en los extremos para respaldar a Álvaro Morata.
A pesar de que con un empate a nada le ‘bastaba’ a los españoles, no quisieron confiarse a sabiendas de que a Japón le gusta sorprender. ‘La Roja’ empujó desde el comienzo del partido y se hizo con la tenencia del esférico desde el minuto uno, por lo que el gol que abría el marcador no tardó mucho en llegar: En el 11′, César Azpilicueta centró desde la derecha para el remate ‘fácil’ de Morata desde el centro del área, picado abajo, imposible de detener para el guardameta.
España se dedicó a proteger el balón y merodeó el área de Japón, con ambos extremos jugando muy abiertos e intentando ‘involucrar’ a Morata, pero sin éxito alguno en los últimos metros. Mientras tanto, los asiáticos estaban intentando acercarse a un Unai Simón que no estaba fino con el juego de pies y que se expuso más de la cuenta... y en el segundo tiempo pasó factura.
Y es que, si bien en la primera parte fue una auténtica fiesta de España, en la segunda mitad fue otra historia y se sufrió más de la cuenta, pero también de manera innecesaria. ‘La Roja’ dejó la sensación de que era su única enemiga, con errores defensivos imperdonables: Primero un error entre Unai Simón y Alejandor Balde, que perdió el balón que envió el guardameta para la llegada de un Doan que soltó un zapatazo desde la frontal que no pudo despejar el meta español.
La historia no acabó allá y una cuestionable decisión del VAR dejó a España contra las cuerdas. Un centro al segundo palo -que dio la sensación de que se marchó fuera- fue salvado por la zaga española, pero Tanaka remató a lo más profundo de la red. El gol fue anulado en primera instancia, pero tras una revisión de la tecnología dio la diana por válido.
La decisión del VAR, el momento anímico y la presión absoluta (por lo que pasaba en el otro duelo entre Costa Rica y Alemania), España dejó la sensación de desconectarse del partido: No había quién conectara pases, generara la sensación de peligro o fuese capaz de entender lo que planteaba una Japón que, motivado como nadie, no dejó de presionar ni forzar el error de los españoles.
Con el marcador en contra y después de varios cambios en el XI, España dejó la sensación de que tenía más control del partido, pero no podían encontrar un hueco al área ni tenía idea de cómo resolver un partido que se jugaba allí y en el estadio Al Bayt. Finalmente, por más suerte que talento y juego, España evitó que la historia fuese peor... gracias a Alemania, que ganó contra Costa Rica 2-3 y evitó que los centroamericanos le robaran el puesto a ‘La Roja’.
“Nosotros también nos hemos hecho la misma pregunta y hemos reflexionado pero desde el punto de vista profesional imagina que especulamos porque nos interesa pasar segundos y los dos partidos van en el minuto 90 empatados a cero pero marcan en el 95 Japón y Costa Rica. Has especulado para quedar eliminado en quince segundos”, expuso.
“O gana Alemania 5-0 y nosotros especulando con empate que nos vale y marca gol Japón. Volvemos a quedar eliminados. Si estás convencido de que tu equipo es muy bueno, quieres quedar primero signifique jugar contra quien sea en octavos y en cuartos. Si tiene que ser Brasil, pues jugaremos ante ellos, pero primero hay que ganar a Japón”, añadió.
Además, Luis Enrique defendió la forma de encarar cada encuentro que tiene su selección y recordó un ejemplo vivido en el pasado Mundial de baloncesto, cuando se demostró que la especulación es mala compañera de viaje.
“Si de algo ha pecado esta selección es de tener fe. Especular no es bueno y se demostró en el último Mundial de baloncesto cuando una selección perdió adrede, tiro a fallar un tiro para jugar ante España en cuartos y quedó eliminada. Nosotros queremos hacer los deberes, pasar como primeros de grupo y el que nos toque. Para ganar un Mundial hay que ganar a las que te toquen”, defendió.
Pese a todo, reconoció Luis Enrique que Brasil es la gran favorita al título en el Mundial de Qatar 2022 y les dedicó elogios. “Es una potencia mundial, clara favorita a cualquier Mundial, da igual del que hablemos y de los que vendrán en el futuro, siempre será una favorita”.
“Tiene mucha calidad en sus jugadores a nivel individual y colectivo, saben claramente a lo que juegan y siempre será Brasil favorita a cualquier Mundial. Del resto no hay grandes sorpresas. Me ciño al ranking FIFA que te marca las favoritas. Hemos visto ganar con solvencia a Francia y Brasil, selecciones top”, sentenció.
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