Franco Armani siempre está en los momentos adecuados. Cuando hay problemas, una rápida mano puede apagar el incendio, como sucedió en el amistoso ante Colombia y una jugada ante el atacante Muriel.
El marcador se encontraba igualado a cero y un pase largo dejó solo a Muriel que pensó en detenerse y disparar; sin embargo, Armani salió rapido para apurar al delantero y con un pequeño golpe con la mano quitarle el balón y evitar el 1-0.
El duelo de titanes ofensivos se planteó, entonces, entre el colombiano Radamel Falcao García y el argentino Mauro Icardi, pero a la buena generación de fútbol de los mediocampistas le faltó la asistencia que pusiera a los artilleros en las puertas del gol.
El encuentro se jugó en el MetLife Stadium de East Rutherford, vecina de Nueva York, con aforo para 82.000 espectadores. Ambos entrenadores interinos, el argentino Lionel Scaloni y el colombiano Arturo Reyes, volvieron a ensayar variantes en procura de consolidar a las dos nuevas generaciones de jugadores que están naciendo.