Hoy, 8 de julio de 2016, se cumplen dos año de la mayor vergüenza de Brasil en su historia futbolística: el 7-1 ante Alemania en el estadio Mineirao en las semifinales del Mundial 2014, en la fiesta que ellos habían organizado para ser los mejores del planeta.
A los 11', Thomas Müller abrió el marcador para Alemania. Luego, a los 22' Miroslav Klose puso el 2-0, ahí no más a los 25' y 26' de la primera mitad, Kross marcaba el tercer y cuarto tanto. Khedira anotó el quinto gol el Mineirao ya era un cementerio en el final del primer tiempo.
Ya en la segunda parte André Schürle se hizo presente en el resultado a los 69' y 79'. Los brasileños empezaba a irse del Mineirao y los que quedaban aplaudían el espectáculo que Alemania regalaba. El descuento de Oscar no pudo aliviar el dolor de millones de brasileños.
Ha pasado un año y los fantasmas no han desaparecido. Cuando muchos pensaron que la Copa América era para Brasil la oportunidad perfecta para sanar la herida del 7-1, Dunga y estilo defensivo, eso que faltó el pasado 8 de julio, fracasaron en la cita continental. ¿Dónde está nuestro Brasil?, se preguntan los hinchas.