Cristiano Ronaldo era el 90% de todo Portugal. Su calidad, goles, y trascendencia como capitán movían los hilos del cuadro luso. Pero a veces una acción puede dejar sin validez todo el trabajo previo realizado.
El portugués, el jugador con más expectativas de jugar la final, fue quien sufrió el golpe más grande de su vida. Una agresiva entrada de Payet lastimó esa rodilla, la cual funciona como eje en cada jugada que realiza el atacante del Real Madrid.
Cristiano Ronaldo lo intentó, se vendó, caminó, trotó y corrió, pero el dolor no cesó. El portugués tiró la banda de capitán de impotencia mientras le pedía su cambio al técnico Fernando Santos, quien con una tristeza y preocupación escondida, llamó a Quaresma para que sustituya al delantero.
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(EZ)