Existen jugadores que la rompen en sus club; sin embargo, en sus selecciones no destacan, el ejemplo más claro es el de Lionel Messi. El mejor jugador del mundo es el mejor en el Barcelona pero en Argentina es muy sacrificado y muchas veces pasa desapercibido.
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Pero existen los otros casos. Hay futbolistas que tienen la pasión y el amor por su país tan arraigado que cuando se colocan la camiseta con sus colores, se potencian al máximo y tienen una cara distinta a la que se les ve en sus equipos.
Los casos más claros son Eduardo Vargas, quien con Tigres UANL de México no tiene el mejor de los desempeños, incluso no es titular indiscutible; sin embargo, cuando viste de Chile sorprende siendo uno de los goleadores máximos de la 'Roja'.