Real Madrid y Atlético de Madrid se convirtieron en los últimos grandes clubes en ser sancionados por la FIFA por haber infringido la norma sobre el fichaje de menores de edad. Chelsea y Barcelona, también llegaron a ser sancionados por dicho accionar, sin embargo, todo eso cambiaría.
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En todos los casos, los clubes fueron castigados por vulnerar el Inciso 1 del Art. 19 del "Reglamento sobre el Estatuto y Transferencia de Jugadores" del máximo ente del fútbol cuyo objetivo es frenar el Tráfico de Menores que existe en la práctica de este deporte. El artículo en mención establece, "las transferencias internacionales de jugadores se permiten solo cuando el jugador alcanza la edad de 18 años". Dicho apartado cuenta con tres excepciones:
1. "Si los padres del jugador cambian su domicilio al país donde el nuevo club tiene su sede por razones no relacionadas con el fútbol".
2. "la transferencia se efectúa dentro del territorio de la Unión Europea y tiene entre 16 y 18 años de edad".
3. "el jugador vive en su hogar a una distancia menor de 50 km de la frontera nacional, y el club de la asociación vecina está también a una distancia menor de 50 km de la misma frontera en el país vecino. La distancia máxima entre el domicilio del jugador y el del club será́ de 100 km".
Para ello, la FIFA obliga a los clubes a proporcionar al jugador una formación escolar o capacitación futbolística que corresponda a los mejores estándares y asistir al jugador de la mejor manera posible (condiciones óptimas de vivienda en una familia o en un alojamiento del club, puesta a disposición de un tutor en el club, etc.).
Con la llegada de Gianni Infantino a la presidencia, el máximo ente del fútbol buscaría cambiar esta normativa. Tras la cumbre con el presidente del Barcelona, Josep Bartomeu, el jefe del departamento de desarrollo de la FIFA, Zvonomir Boban, habría planteado cambiar el sistema.
Se trataría de buscar un equilibrio entre los grandes clubes y las asociaciones de las que parten los jóvenes extracomunitarios, la mayoría de África, Sudamérica y Asia. De esta manera, la FIFA está valorando seriamente el permitir, bajo un escrupuloso control, a los grandes equipos con canteras serias, contratar a menores de 18 años aunque sean extracomunitarios. A cambio, esas entidades deberían comprometerse a crear escuelas y clubs en los países de origen de esos chicos menores de 18 años que incorporen a sus canteras.
"El peor día de mi vida lo he pasado en La Masía. Así lo sentí entonces, así lo siento ahora, con tanta intensidad como si no hubiera pasado el tiempo", confesó Andrés Iniesta. "Tuve una sensación de abandono, de pérdida, como si me hubiesen arrancado algo de dentro, en lo más profundo de mí. Fue un momento durísimo", agregó.
Como se podrá apreciar, los grandes equipos europeos luchan para tener a la próxima promesa del fútbol, aquel que ahora no vale mucho dinero, pero que en futuro será cotizado en millones de dólares. Una cacería por el jugador que hará que el club gane títulos nacionales e internacionales y haga que el equipo sea el mejor del mundo, por eso, hay que apostar por ellos cuando son pequeños. Son una posible compra barata con alta ganancia.
De acuerdo a Save The Children, uno de cada 50.000 niños son los que triunfan en el fútbol. La mayoría de niños se convierten en víctimas de tráfico de menores y son engañados por falsos representantes. Otros, son abandonados por clubes y representantes al no cumplir las expectativas. Por eso, la FIFA se vio obligada a crear el reglamento sobre el traspaso de menores en el año 2009 y, de manera constante, lo ha venido actualizando.
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