La Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) fue tomada este martes por la FIFA, que tomará el control a través de un "comité de regularización", en medio del caos por la renuncia de su presidente.
El órgano rector del fútbol mundial "decidió nominar con efecto inmediato un comité de regularización para la AUF cuyo mandato" terminará el 28 de febrero de 2019 y que deberá "gestionar" la federación, "revisar" sus estatutos y una vez ajustados "organizar y llevar a cabo elecciones", según un correo fechado en Zurich, Suiza, difundido por la prensa local.
El caos y la crisis se desataron en la AUF a fines de julio, cuando su presidente Wilmar Valdez renunció sorpresivamente a su cargo y a postularse para su reelección, al enterarse de la existencia de audios que presuntamente le comprometían en un proceso licitatorio para la compra de cámaras de identificación destinadas a la seguridad del estadio Centenario.
La FIFA señala en su misiva que la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) "comunicó que el proceso electoral para ocupar el cargo de presidente de la AUF no cumple los requisitos de transparencia que establecen los estatutos" de las dos organizaciones.
"Una vez que los estatutos de la AUF estén en línea con los de la FIFA y Conmebol", el comité interventor deberá "organizar y llevar a cabo elecciones a la junta directiva de la AUF de conformidad con la nueva versión de los estatutos".
Tras la renuncia de Valdez, que inicialmente esgrimió "razones estrictamente familiares y personales" para renunciar, el escándalo salpicó incluso al gobierno del presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez.
Documentos revelados por la prensa uruguaya muestran que el Ministerio del Interior, cuyo viceministro es Jorge Vázquez, hermano del presidente, terminó inclinando la balanza en la decisión que determinó qué empresa proveería la tecnología de identificación a la AUF. Desde esa cartera se afirmó inicialmente que el gobierno no había tenido "injerencia" en ese proceso.