El nacimiento del fútbol nos invita a regresar en el tiempo hasta 1863. Aquel año, en Inglaterra, el fútbol y rugby se distanciaban permitiendo la fundación de la Football Association (FA), primer organismo del deporte rey. Fue hasta 1886, con la aparición de la IFAB (International Football Association Board), que la FA tuvo el control del fútbol y por ella pasaban las reglas (como la cantidad de jugadores por equipo) que regían dicho deporte.
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Cabe recalcar que, a pesar de la familiaridad, el fútbol no fue una nueva forma de jugar al rugby. El juego con los pies se remonta a la dinastía de Han, en China, durante los siglos I y II a.C. Con el nombre de Ts'uh Kúh, la actividad consistía en que los jugadores llevaran una bola de cuero rellena con plumas y pelos a una red con una apertura de 30 a 40 centímetros.
Ahora, fue en 1870, siete años después de su fundación, que la FA estableció que el número de jugadores por equipo debía ser once. ¿Por qué? La respuesta nunca fue clara. Se dice que la decisión fue tomada por el ejemplo del cricket, deporte más popular en Inglaterra hasta la fecha o, quizás, por la cantidad de jugadores necesarios para llenar las dimensiones del campo.
Hasta aquel momento, la cantidad de jugadores por equipo nunca había estado clara. En el 'Calcio Fiorentino' italiano, forma primitiva de fútbol en el siglo XVI, la cantidad de jugadores ascendía a 27. Acercándonos más a la realidad, en la misma Inglaterra, se permitió el juego con más de 15 jugadores por bando; lo que finalmente fue modificado con la mencionada ley de 1870.
Han pasado los años y el fútbol se ha visto modificado. No obstante, la cantidad de jugadores se mantiene y los entrenadores buscan ordenarlos de la mejor manera con alineaciones como 4-2-3-1; 4-3-3 o 3-5-2.
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