El título del PSV en Holanda, seguramente, despertó más de un “ahí jugó Farfán” frente a la ‘tele’, en pleno resumen de tu programa deportivo favorito, o apenas entraste a Twitter o Facebook y te enteraste de la noticia.
Para hacer un rápido recuerdo. 2005, el prometedor Ibrahim Afellay de ‘10’, Jefferson Farfán de extremo derecho y el marfileño Arouna Koné en punta. En sus dos primeras temporadas, el peruano sumó 42 goles (21 en cada una). Y sin ser ‘9’.
Desde ahí, han pasado 11 años. Farfán no tiene la misma resistencia ni la velocidad de cuando tenía 22. Es entendible. Por ello, tuvo que dejar la Bundesliga, tras brillar en Schalke 04, y acomodarse en Emiratos Árabes Unidos, con la camiseta de Al Jazira. Pero era poca carne para una fiera todavía hambrienta.
Jefferson Farfán se tomó un segundo aire y estudió el libro ‘chau extremo, hola ‘9’’. En Rusia aprobó el examen, con Lokomotiv Moscú. Cristiano Ronaldo, también con 33, salió con nota aprobatoria en el mismo curso. Ese ejemplo no es casualidad.
Por Gabriel Casimiro