Martes 5 de julio del 2016. Reikiavik, Islandia. La cantidad de hinchas que se han reunido en la plaza más importante de la capital para recibir a sus héroes es impresionante. Probablemente sean las 323.002 personas que la demografía islandesa tiene. Ninguno se quiere perder el recibimiento y homenaje a quienes han dejado a Europa con la boca abierta.
Y sí, Islandia, ese pequeño país con más volcanes que futbolistas profesionales (126 ante 120), donde en el verano no existe la noche y el invierno apenas deja ver tres horas de luz solar, fue la sensación de la Eurocopa de Francia 2016. Islandia es también el lugar donde un colombiano persigue sus sueños en el fútbol y uno de los únicos dos latinos que juega en la liga de ese país.
Su nombre es Johnatan Lama, tiene 22 años, es atacante, se ha probado en distintos clubes como el Stoke, Barcelona y otros, pero encontrado en el Huginn islandés la estabilidad que busca. Depor entrevistó a este jugador que se atreve a soñar con el llamado de Pékerman a la selección Colombia.
¿Cómo se dio tu llegada al fútbol de Islandia luego de haberte probado en distintos clubes?
Yo llegue al fútbol islandés después que un empresario me vio en Estados Unidos. Me pagó la prueba, el viaje y la estadía una semana acá en Islandia. Después el equipo me ofreció contrato y luego, él ganó su dinero de vuelta y su porcentaje cada vez que me pagaba el equipo.
¿Te costó mucho acostumbrarte al fútbol de Islandia y estilo de vida?
Me costó por lo menos un mes adaptarme al estilo, a la táctica, a la forma de vida aquí. Entre las cosas que tuve más dificultad es que no había oscuridad por las noches y se me hacía duro dormir. El idioma también fue complicado. Solo algunos hablan inglés. El estilo de juego es muy físico, mucha corredera.
¿Cómo describirías tu estilo de juego en el fútbol de Islandia?
Yo juego de enganche, como '10', pero aquí me ponen en la banda. En el pasado también jugaba de defensa derecho y hasta de '9'. Mi estilo de juego es muy sudamericano. Me gusta en el uno contra uno como driblar y pegarle al arco. Soy derecho, pero le pego con las dos. Tengo buen disparo y salto.
¿Alguna anécdota que hayas vivido en estos meses en Islandia?
Lo más raro que me ha tocado es comer con el equipo contrario en el mismo restaurante luego de estar peleando en el partido. También un día nuestro vuelo se retrasó y tuvimos que jugar como a las 10 y 30 de la noche, pero como no hay oscuridad no había problemas. Salimos del partido a medianoche.
¿Qué te sorprende de Islandia como país?
Aquí en Islandia, la gente es muy buena, muy honesta. La gente deja sus carros y casas abiertos porque sabe nadie les va a robar. También impresiona la cantidad de pescado que consumen.
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