Que te denominen “el nuevo Marcado durante meses por su desacierto ante el gol, tuvo que esperar a su 28 partido del campeonato francés, el 21 de enero ante el Toulouse, para desbloquear su cuenta a los 15 segundos de juego. Y se desencadenó. Desde entonces ha marcado cinco en los diez partidos siguientes, convirtiéndose en el quinto mejor goleador de la Ligue 1 en 2017. “Soy más maduro ahora, veo las cosas de otra manera después de haber atravesado todos estos momentos”, señaló a la AFP para explicar su metamorfosis. Vada es la historia de una promesa encontrada cuando era muy joven por el Girondins Burdeos en el Proyecto Crecer, su centro de formación en Argentina, de donde también salió el atacante del Nantes Emiliano Sala. Su destino se asemejaba al de Messi. Un niño prodigio que viajaba a Europa para formarse, pero entonces se topó con la FIFA. Durante dos años (2011-13) rechazó otorgarle una licencia de jugador argumentando su estatuto de jugador menor y extracomunitario. “Hay todavía momentos en los que me pregunto si hice bien viniendo a Europa. He pasado momentos difíciles con los jóvenes, cuando me preguntaba muchas cosas, me preguntaba si debería volver a Argentina y regresar a Burdeos cuando cumpliera 18 años”, explicaba el año pasado. Hoy puede quedarse tranquilo: ir a Europa fue su mejor decisión.