Un nuevo comienzo. El aún jugador del París Saint-Germain, Mauro Icardi, llegó el último miércoles por la noche a Estambul, donde debería fichar en las próximas horas por el Galatasaray en una cesión de una temporada. Se trata de una negociación que no ha sido nada fácil de aceptar para el cuadro francés, tras la firme posición que había sentado Wanda Nara.
Como se recuerda, el delantero argentino no había sido considerado por Cristophe Galtier, entrenador del primer equipo, motivo por el que no podía entrenar a la par de sus habituales compañeros. Incluso se tomaba días libres para pasar más tiempo al lado de su familia.
Todo esto ocasionó diversos problemas en la interna del PSG, pues había quienes creían que el atacante debía haber salido del equipo con celeridad y no esperar hasta el cierre del mercado de pases de las principales ligas del mundo. Sin embargo, no era un tema sencillo, puesto que nunca llegó una oferta de compra por su ficha.
Así las cosas, apareció el Galatasaray como un nuevo destino para Icardi; sin embargo, el equipo de Turquía no estaba dispuesto a soltar una millonada para tenerlo en sus filas. Únicamente ofrecía la opción de una cesión por el deportista de 29 años.
Ante ello, el cuadro parisino conversó con Wanda Nara, esposa y representante del ariete, con la finalidad de rebajar su sueldo. Pero ella se mantuvo firme, pues manifestó que su representado quería cobrar el mismo sueldo pactado desde el inicio del contrato: unos 8 millones de euros por temporada.
Según el diario deportivo turco de referencia Fanatik, el Galatasaray finalmente pagará solo tres millones de euros (2,97 millones de dólares) al PSG y el resto deberá ser cubierto por el club parisino. Así se encuentra su caso al día de hoy.
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