Sorpresa y tristeza causó en el mundo del fútbol la supuesta muerte del afamado y reconocido agente de jugadores Mino Raiola, de quien anunciaron su fallecimiento este jueves a los 54 años de edad, según medios italianos. Sin embargo, desde el hospital San Rafael de Milán, donde se encuentra internado, desmintieron la noticia. Más tarde, el propio representante actualizó su estado de salud.
La noticia fue avanzada por los medios ‘TgLa7′, ‘Il Tempo’ e ‘Il Messaggero’. Y más tarde fue confirmada por otros conocidos rotativos italianos el ‘Corriere della Sera’ y ‘La Repubblica’. Sin embargo, José Fortes Rodríguez, mano derecha del agente, ha desmentido la noticia.
“Acabo de recibir un mensaje de la fuente correcta de que Mino Raiola no ha muerto. Hay preocupación por su salud, pero el anuncio en varios medios de que ha muerto es incorrecto”, dijo Fortes.
Luego, Alberto Zangrillo, jefe de la Unidad de Anestesia y Cuidados Intensivos del Hospital de San Raffaele de Milán se pronunció. “Está luchando, pero sigue vivo. Estamos indignados por los que están especulando con su vida”.
Nacido en 1967 en Italia, Raiola llegó a Ámsterdam con solo un año de edad, en un viaje de 1.900 kilómetros en auto. El empresario es uno de los agentes más mediáticos del mundo del fútbol, y lleva ejerciendo como tal desde finales de la década de los 80. Desde entonces no paró.
El representante también cuida los intereses de uno de los llamados a ser el gran protagonista del mercado de fichajes y posible heredero del ‘trono’ del balompié, Erling Haaland, objetivo de clubes como Real Madrid, Barcelona y Manchester City.
En su larga y exitosa carrera, Raiola cerró operaciones millonarias como el traspaso de Pogba de la Juventus al Manchester United, por la cantidad récord para el fútbol italiano de 105 millones de euros. Gianluigi Donnarumma, del PSG, y el neerlandés Matthijs de Ligt, de la Juventus, son otros futbolistas representados por Raiola.
De lavar platos a importante agente
Raiola llegó a Países Bajos desde el sur de Italia. Su padre, que había sido mecánico en Salerno, abrió una pizzería en Haarlem a la que llamó ‘Napoli’. Raiola trabajó ahí desde pequeño limpiando, haciendo de camarero e, incluso, preparando las pizzas.
“Mi padre trabajaba 18 ó 20 horas al día. Con 11 ó 12 años me fui a trabajar con él para llegar a conocerlo. Él estaba en la cocina, así que… ¿qué podía hacer? Podía lavar los platos. Todavía me gusta lavar los platos. Me da una especie de paz limpiar cosas, ves el resultado inmediato de tu trabajo”, contó hace algún tiempo a Financial Times, recordando su infancia en Países Bajos, lugar donde radicó con su familia tras su nacimiento en Italia.
Años después se dedicó a estudiar derecho, después de que su sueño de ser futbolista haya quedado totalmente descartado. Aunque su pasión por el fútbol nunca quedó totalmente de lado. Su capacidad para hablar varios idiomas lo llevó a tener su primera participación en una gran transferencia.
Corría el año 1993 y Dennis Bergkamp era uno de los jugadores más solicitados en el mercado. Inter de Milan había puesto su mira en el neerlandés y su agente Robert Jansen empezó la negociación. Fue ahí que la figura de Raiola fue determinante para cerrar el fichaje, ya que hablaba perfectamente el italiano.
De inmediato, Mino Raiola logró posicionarse como uno del representantes más influyentes para realizar negocios entre los equipos de la Eredivisie y Serie A. Fue así como llegó a conocer a Zlatan Ibrahimovic, a quien lo llevó del Ajax a la Juventus en la temporada 2004-2005. Y desde entonces se confirmó como uno de los grandes agentes del mundo del fútbol.
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