"Por favor, no me llamen arrogante, pero soy campeón de Europa. Yo no soy uno más. Yo soy el elegido". Así se presentó José Mourinho ante la prensa británica cuando Roman Abramovich le dio la responsabilidad de dirigir al Chelsea en el 2004.
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Desde ese momento, los medios y el mundo entero lo conocen como 'The Special One', aunque de un tiempo a aquí, su capacidad de ese hombre superdotado del que se ufana de ser, han ido de menos a más. Para muestra, los últimos seis años que ha dirigido entre España e Inglaterra.
Desde que llegó al Real Madrid en la temporada 2010-2011, hasta que fue despedido del Chelsea en 2015-2016, Mourinho gastó exactamente 533 millones de euros. Tuvo carta libre para hacer los fichajes que se le ocurran. ¿El resultado? Solo dos títulos de liga. De Champions, ni hablamos.
Con los millones de Florentino en su primer año en el Real Madrid, el portugués gastó 93 millones de euros, la siguiente temporada fueron 55 y la última, la de su despedida, fueron 33. Con Cristiano Ronaldo y los mejores jugadores a su disposición, solo se llevó la Liga del 2011.
En la temporada 2013-14, el Chelsea lo volvió a contratar y los millones que tuvo a su disposición fueron muchos más. Tuvo a los mejores jugadores a su disposición y los 130 kilos que gastó no le resultaron.
Con siete millones más en la segunda, Mourinho se llevó la Premier League. Un año más tarde, Abramovich perdió la paciencia al ver los malos resultados y le enseñó la puerta de salida.
Hoy en el Manchester United, Mourinho ha batido récords en gastos: 187 millones de euros. Tanto él como la directiva de los 'Red Devils' esperan que la suerte les sonría. La Premier League está a la mano y ganar la Euroliga es una obligación.
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