Vestir los colores de un club de fútbol va más allá de hacerlo para practicar deporte. Significa dignificar la historia, los valores y las creencias de la institución, así como respetar a los hinchas que sufren y gozan con el equipo que aman.
Sin embargo, y sin hacer demasiada polémica, también hay ocasiones donde, por diversas razones, los jugadores cambian camisetas por momentos particulares que quedan en la retina de los aficionados al fútbol por la rareza de la imagen.
Al igual que Neymar el otro día, cuando se lo vio con la camiseta de Uruguay, muchos otros también han vestido los colores de un equipo al que no defendían, sea por un partido benéfico o un cambio con un compañero del conjunto rival.
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