Era de noche en el Estadio Internacional de Yokohama, en Japón, pero de madrugada por esta parte del continente. Tanto peruanos como algunos brasileños se despertaron antes de tiempo para ver la final de aquel Mundial de Clubes, donde Paolo Guerrero apareció para marcar el único tanto de Corinthians y posterior título.
Sobre los 67 minutos del partido, un balón que quedó suspendido sobre el área chica tras una serie de remates y rebotes, se situó perfecta para Paolo Guerrero, quien se elevó y asestó un cabezazo para mandarla a guardar sobre la nula resistencia de Peter Cech, David Luiz, Ashley Cole y Ramires.
Paolo Guerrero convirtió así el gol más importante de su carrera a nivel de clubes. Llegaba en una racha increíble, pues también anotó en la semifinal ante el Al-Ahly y las esperanzas de gol recayeron en la figura que pocos meses antes había llegado procedente del Hamburgo de la Bundesliga.
Corinthians, en sus cuentas oficiales de redes sociales, recuerda año tras año este gran acontecimiento. Ya sin el mismo protagonismo de Paolo Guerrero quien dejó el club en el 2015 para irse a Flamengo y posteriormente a Internacional de Porto Alegre.
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