Lionel Messi y Cristiano Ronaldo tienen algo en común, no solo el hecho de ser los dos mejores jugadores del fútbol actual, sino que con sus clubes han conseguido todo lo que se han propuesto. El estigma recae en
Este año sirvió como pretexto para que tanto la Copa América Centenario como la Eurocopa Francia 2016 se jugaran, Messi y Ronaldo cumplieron con las expectativas de sus fans y, de la mano de otros 10 guerreros escalaron hasta la final, instancia en la cual el único objetivo es ganar. ellos porque con sus selecciones no han podido emular los mismos éxitos que los han llevado a la gloria gracias al Barcelona y el Real Madrid.
La historia de Lionel Messi ya es conocida. Sus lágrimas no fueron producto de un berrinche por haber perdido una final (la cuarta que lleva con Argentina), sino el estallido de toda la carga que llevaba un jugador que guarda la responsabilidad de hacer campeonar a todo una generación.
Su máximo rival , Cristiano Ronaldo, tuvo que ceder ante la impotencia. Su rodilla lesionada ya no le permitía seguir adelante, no le quedó otra alternativa que pedir su cambio, quedándose sin la opción de ser uno de los arquitectos de la victoria portuguesa sobre la selección anfitriona.
Las lágrimas en los rostros de ambos mantienen diversas connotaciones: Las del argentino narraban rabia por no poder canjear el talento de todo un equipo por un trofeo, las de luso hablaban de un jugador que sabe que el tiempo se acaba, alguien que es consciente que su selección no presenta un conjunto potente, alguien que sabe que las oportunidades ya no volverán de igual manera.
EN VIDEO: Final Eurocopa 2016: el palo de Gignac que pudo hacer campeón a Francia
TE PUEDE INTERESAR…