El conflicto entre Rusia y Ucrania parece acercarse a sus horas más críticas. El presidente Valdimir Putín anunció una “operación militar” sobre el país colindante y minutos después se escucharon explosiones en Kiev. Lo que parece ser el inicio de una nueva guerra, tiene atento al mundo entero; aunque los ucranianos viven sus consecuencias desde hace algunos años.
El fútbol no es ajeno al problema armado. Donetsk es una de las ciudades que más éxito en el fútbol ha visto durante los últimos años. El Shakhtar, club de la ciudad, es un habitual de la Champions League, tiene miles de fanáticos, pero, lamentablemente, no pude ser apoyado por ellos.
Rinat Ajmetov, propietario del club, hizo una importante inversión para llevar al equipo a pelear en Europa. Contrató jugadores de gran nivel e incluso ha permitido que consigan 13 títulos locales desde el 2002 a la fecha y una Europa League (2009).
En el 2006, el directivo decidió apostar por la construcción del Donbass Arena, recinto deportivo en el que el Shakhtar podría disputar sus partidos de local con el apoyo de sus aficionados. Se estrenó en el 2009, pero debido al conflicto entre Rusia-Ucrania no se ha podido utilizar para los partidos de fútbol.
El estadio tiene todos los implementos para ser catalogado como “de primer nivel”, pero las constantes amenazas de atentados genera que no pueda ser usado. Incluso, hace ocho años, sufrió las consecuencias del conflicto entre Rusia y Ucrania.
El 23 de agosto del 2014, un par de bombas estallaron en el Donbass Arena causando serios daños materiales al estadio. Desde ese momento, la directiva del Shaktar tomó la decisión de no jugar de local en el lugar y así ha sido hasta este 2022.
En estos últimos ocho años, el cuadro de Donetsk ha tenido que jugar en ciudades como Lviv, Karkov y Kiev. Las dificultades en los desplazamientos entre un lugar y otro hicieron que muchos fanáticos tomen la decisión de no ir a los partidos.
“Es difícil jugar sin el calor de la afición, jugamos todos los partidos de visitante”, dijo Marlos en conversación con ‘The Guardian’ en el año 2015. El brasileño, a día de hoy, sigue siendo el único representante de aquel Shakhtar de los brasileños que continúa en el club ucraniano.
Por cómo se vienen suscitando los distintos hechos en torno a la ‘posible guerra’, todo hace indicar que el club seguirá sin poder jugar en su ciudad por mucho tiempo. Los ‘mineros’ son líderes de la Premier League de Ucrania, pero no pueden disfrutar de sus aficionados.
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