La prensa rusa da este lunes por hecho que el técnico del Zenit, el italiano Roberto Mancini, dejará al final de la temporada el club de la antigua capital zarista para entrenar a la Selección de Italia.
"A día de hoy todos entienden que los días de Mancini están contados", informó el diario "Sovetski Sport".
La prensa local informa profusamente sobre la escapada de Mancini a Roma para reunirse el domingo con la federación italiana después de caer en casa ante el Krasnodar (1-2), con lo que el Zenit cayó hasta la quinta posición de la clasificación liguera.
El propio Mancini aseguró hace unos días que no le interesa el dinero del Zenit, lo que llevó a algunos medios a informar de la pronta dimisión del técnico transalpino, aunque aún falten cinco jornadas para el final de la liga rusa.
El fiasco del Zenit no parece haber afectado a Mancini, campeón de Liga con el Manchester City y el Inter de Milán, ni echado para atrás a los dirigentes del fútbol italiano que buscan un especialista experimentado para sacar de la crisis a su selección.
Por si fuera poco, Mancini, un auténtico superviviente, ha recibido ya el visto bueno de otro viejo conocido del fútbol ruso, Fabio Capello.
Además de los malos resultados en liga y la eliminación en la Liga Europa ante el Leipzig, se ha estropeado la relación con la directiva del club patrocinado por Gazprom, a la que el italiano culpa de no satisfacer su demanda de refuerzos invernales.
El club gastó casi 100 millones de euros en fichajes, pero Mancini insiste en que no cuenta con futbolistas de suficiente calidad para cumplir los objetivos.
Especialmente dolorosa fue su crítica el sábado a los argentinos Rigoni y Driussi, a los que acusó de la falta de gol del equipo desde finales del pasado año, más aún tras la grave lesión sufrida por Kokorin.
La prensa recuerda que Mancini comenzó la temporada como un huracán y que el Zenit aplastó al actual campeón, el Spartak Moscú (5-1), en lo que todos pensaban que sería un paseo.
Pero llegó el invierno y el proyecto de Mancini en el Zenit se derrumbó como un castillo de arena, fracaso que le deja en muy mal lugar a él y a fichajes como Kranevitter, que demostró porqué había sido descartado por Simeone en el Atlético.
Sólo se salva Paredes, que llegó a Rusia procedente de la Roma y que tiene muchas opciones de ser convocado por Sampaoli para el Mundial, y Mammana, que jugó a un buen nivel, antes de romperse la rodilla.
"Antes de celebrar un entierro, hay que encontrar un cadáver", dijo Mancini en rueda de prensa tras ser eliminado por el Leipzig, que fue muy superior al Zenit en ambos partidos de la eliminatoria.
El proyecto del Zenit recuerda en los últimos años al del PSG, ya que ha invertido cientos de millones en fichajes, pero sólo ha ganado tres Ligas en los últimos diez años y en Champions ha pasado de los octavos de final.
El Zenit tiene desde hace un año un estadio con capacidad para 68.000 espectadores, que acogerá las semifinales del Mundial y es considerado el más caro de la historia, pero el equipo no está a la altura.EFE