Una pomposa camioneta negra busca estacionamiento alrededor de unas canchas de fútbol en Los Olivos. Mientras baja la velocidad para parquearse, un grupo de niños se acerca a las ventanas como si se tratara de alguna celebridad. Se abren las puertas. Del vehículo baja un muchacho que lleva el uniforme del Barcelona, unos botines personalizados y una camiseta de la Selección Peruana en la mano izquierda. Su nombre es Luciano Leroux.
Aunque pertenece más al fútbol del primer mundo, hoy ha venido a conocer de cerca la realidad de unos humildes niños que quieren dedicarse al fútbol, como él. Trajo regalos para todos y lo más importante: ha llegado para divertirse en una ‘pichanga’. Mientras se arman los equipos, Luciano les cuenta a los más curiosos cómo es jugar en las divisiones menores del club azulgrana.
Con 10 años, Leroux, de madre peruana y padre canadiense, milita en la Escola Barcelona de Vancouver. Lleva más de la mitad de su vida dedicada a los entrenamientos en pos de cumplir el sueño de convertirse en futbolista profesional, algo que decidió el día que en un solo partido marcó 13 goles.
"Elegí ser futbolista profesional cuando tenía cuatro años. Jugué en el equipo de los Timbils y ahí es donde conocí buenos amigos, hice muchos goles, me divertía mucho y así decidí dedicarme esto. Desde ahí he estado entrenando y jugando mucho fútbol”, cuenta Luciano, cuya historia también ha llegado a ser parte de un documental de National Geographic.
El partido ha comenzado. Aunque Luciano funge como lateral izquierdo en el Barcelona, hoy juega como delantero a pedido de sus amigos. Comprende los conceptos de polifuncionalidad y no tiene problemas en aceptar el reto. Y cómo no hacerlo, si ya sabe lo que es entrenar en la cuna de grandes jugadores como Messi, Iniesta y Xavi. “He estado muchas veces en Camp Nou y en La Masia. Aprendió bastante allí. Los entrenadores son muy buenos y también los jugadores. Hasta conocí a Messi”, cuenta.
Un sueño: jugar en la Selección Peruana
Además de ser parte del primer equipo del Barcelona, Luciano tiene otro sueño que cumplir: ponerse algún día la camiseta del país de su madre.
"He seguido mucho a la selección peruana en el último año. He llorado con la clasificación. Definitivamente me gustaría jugar por la selección cuando sea más grande", cuenta Luciano mientras posa para el lente Depor con una camiseta de la bicolor sobre el hombre.