Los últimos días de Iker Casillas han sido los más difíciles de su vida. Hace dos semanas, sufrió un paro cardíaco que lo dejó hospitalizado por algunos días. Una semana después, su esposa, la periodista Sara Carbonero, era intervenida quirúrgicamente por un cáncer que la aquejaba. Encima, no puede regresar a hacer la actividad que más ama.
Es por ello que el campeón del mundo con la Selección de España estuvo en las gradas para presenciar la final de la Copa de Portugal entre Porto ante el Sporting de Lisboa. Los 'Dragones Azules' se pusieron arriba en el marcador primero a través de Tiquinho Soares, quien le dedicó el gol al '1' y el español no soportó la emoción y soltó más de una lágrima.
Iker Casillas, con 38 años, aún tiene para jugar algunas temporadas más en el más alto nivel pero, uno de los doctores que lo intervinieron tras el paro que sufrió, le recomendó que no haga esfuerzos físicos, es decir, que adelante su retiro del fútbol, por lo que es muy probable que Iker le diga adiós al deporte que más alegrías le ha dado al final de la temporada.
Porto y Sporting de Lisboa se enfrentaron en el Estadio Nacional de Oeiras. Los 'Dragones' se pusieron adelante con ese gol de Soares (41'), pero el exequipo de la 'Culebra' Carrillo volteó el marcador cuatro minutos después y Dost lo volteó en tiempo suplementario. Y, cerca de cerrar el partido, Porto empató a través de Felipe. En los penales, perdieron 5-4 y la oportunidad del 'doblete' esta temporada y una mejor dedicatoria a su guardameta.
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