Olexsandr Zinchenko, del Manchester City, es uno de los más representativos de Ucrania. (Foto: Getty)
Olexsandr Zinchenko, del Manchester City, es uno de los más representativos de Ucrania. (Foto: Getty)

“Los niños ucranianos solo quieren detener esta guerra”, dijo Olexandr Zinchenko, defensa del City y reciente campeón de la Premier, quien dejó atrás la alegría que vivió en Manchester para sumergirse y compartir el dolor que viven millones de sus compatriotas en tras la guerra por la invasión de Rusia. Es así que los 11 ucranianos que saltaron al campo del estadio Hampden Park, en Glasgow (Escocia), enfundados cada uno con su bandera en la espalda, tenían la misión no solo de ganar un partido de fútbol con miras a , era algo más importante: darle una alegría a todo su pueblo en medio de la desgracia, incluso, un pedido del mismo presidente Volodímir Zelenski, quien continúa dando lucha en el frente ante los rusos.

Buschchan, Karavayev, Zabarnyi, Matviienko, Mykolenko, Stepanenko, Yarmolenko, Malinovsky, Zinchenko, Tsygankov y Yaremchuk, fue el ‘11′ histórico que eligió el técnico Oleksandr Petrakov para saltar a la cancha en un duelo oficial después de 97 días para vencer 3-1 a Escocia por las semifinales de los playoff de acceso a Qatar 2022, un triunfo que también fue celebrado por el mundo entero. Ahora, este domingo va por la Gales de Gareth Bale y, de superarla, Ucrania estará de vuelta en el Mundial tras 16 años, el segundo en toda su historia. Pero, ¿qué odisea pasó la selección para presentarse este último miércoles en Glasgow? Aquí te contamos.

Entrenamiento en el exilio

El duelo ante Escocia estaba inicialmente programado para marzo, pero Rusia atacó a Ucrania el 24 de febrero. La FIFA, en respuesta, echó a los rusos de todas sus competiciones, por lo que el partido tuvo que aplazarse. “¿Qué pretemporada haces si el país está en guerra”, le dijeron al técnico Petrakov, quien en ese entonces estaba en Turquía, en un torneo de selecciones Sub 20, donde le contaba a la prensa internacional los planes de Ucrania para llegar al Mundial.

Cuando se postergó el Escocia-Ucrania, la UEFA confiaba en que se apaciguara la situación antes de junio. No pasó. De modo que con Ucrania aún resistiendo el ataque militar ruso, el entrenador, cuatro jugadores y el cuerpo técnico y administrativo salieron de Kiev rumbo al exilio en Eslovenia para arrancar su preparación de cara a los playoff. “Cuando veníamos, vimos la gran diferencia: en Ucrania no encontrábamos nada, ni gasolina. Y salir y llegar a Europa, el contraste, hay de todo, la gente está alegre, sonríe. La paz”, afirmó Petrakov.

Petrakov dirige a Ucrania desde agosto del año pasado. (Foto: Getty)
Petrakov dirige a Ucrania desde agosto del año pasado. (Foto: Getty)

Durante mayo se fueron sumando los demás seleccionados, desde otras ciudades de Ucrania y también los que militan en las diversas ligas de Europa. Uno de los últimos en llegar fue Andriy Lunin, arquero del Real Madrid, reciente campeón de la Champions. Oleksandr Karavayev, volante del Dinamo de Kiev, y quien vivió los primeros días de la guerra en la ciudad deportiva de su equipo junto a su esposa e hijos, declaró antes de medirse a Escocia: “Tenemos que ganar en todos los frentes: en la guerra, en el frente cultural, en el frente deportivo”.

“¡Que en Ucrania está muriendo gente!”, es la usual arenga de Petrakov, cuando quiere que sus muchachos den el máximo en los trabajos. Luego, expresa arrepentimiento sobre si está siendo muy duro, pues muchos de ellos tienen familiares, amigos o conocidos que están en plena lucha en la guerra o en ciudades bajo control ruso como Jerson, incluso, otros tantos desaparecidos.

Ucrania lleva nueve partidos invicto al mando de Petrokov. (Foto: Getty)
Ucrania lleva nueve partidos invicto al mando de Petrokov. (Foto: Getty)

La guerra no detiene el sueño

Pese a que tenía el permiso de salir de Kiev, por su edad de 64 años, el técnico Petrakov decidió quedarse en Kiev en las primeras semanas de invasión. Visitó varias trincheras en las ciudades arrasadas de Mariúpol y Járkov, y conversó con los militares y civiles que estaban dando la vida por su patria. El mensaje, según revela Petrakov, era el mismo en todos lados: “Cuando iba a las trincheras para visitar a los militares, todos me pedían lo mismo. Decían: ‘Le pedimos solo una cosa, que la selección clasifique para el Mundial’. Tenemos que demostrar que estamos vivos”.

A Oleksandr Pikhalyonok, volante del Dnipro, le llegan los mensajes del mismo presidente de su club como de los jóvenes futbolistas de todo el país que tuvieron que dejar los chimpunes para ponerse las botas de combate. “Nuestro presidente se ha ido al frente. Nos llama por teléfono, y nos hace videollamadas. Está ahí con los soldados y hablamos con ellos. Un muchacho que antes jugaba en el Karpaty también está en el frente, y nos pide ayuda”, dice Pikhalyonok.

Todos los días llegan a la concentración mensajes de militares, quienes estando bajo el tiroteo, no dejan de alentar a su selección que se entrena en los campos del Centro Nacional de Fútbol de Brdo, ciudad eslovena que se encuentra a los pies de los Alpes Julianos, un lugar con hoyos de golf, bosque, lago, cisnes y carruajes, todo muy diferente a lo que se vive actualmente en Ucrania. “Mucha gente del ejército que no me conoce me escribe. Me dicen: ‘Tienes que pasar al Mundial, nos va a alegrar’”, finaliza Pikhalyonok.

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