Lo que viene demostrando Jairo Concha en Alianza Lima no es de ahora. Tampoco viene del reciente empate contra César Vallejo en Trujillo ni mucho menos del clásico en Matute ante Universitario de Deportes. Lo de él es una realidad, una constante que le permite inflar el pecho con orgullo y tocarse la insignia de bicampeón en la camiseta en señal de rebeldía, de protesta, de desahogo por el mal momento que sufren los blanquiazules en la Liga 1 Betsson. Esa actitud de rebelde empedernido es todo lo que está bien en Alianza. Es todo lo que el ahora equipo de Nixon Perea necesita. Porque hace falta actitud para darle vuelta a la adversidad en el Torneo Clausura. Hace falta más Jairos Concha dentro del plantel.