Fue una goleada dolorosa, violenta e inesperada para Alianza Lima, que jugó ante Universitario de Deportes uno de los partidos más irregulares en lo que va de su participación en el Torneo de Verano. Por supuesto, el marcador abultado escandaliza, porque del equipo se destacaba su capacidad de reacción con el marcador abajo y su dinámica en la volante. Y en esa zona, precisamente, lo pierde Pablo Bengoechea; y lo pierde feo.
1. Actitud pasiva y goles de vestuario
La aún cuestionada defensa de Alianza Lima fue gelatinosa, indecisa y con solo chispazos de recuperación, como en el cara a cara de Hansell Riojas ante Hernán Rengifo. Pero nada más. De hecho, esta línea jugó demasiada abierta y desamparada por el poco argumento físico de Luis Ramírez y Rinaldo Cruzado, encargados de la recuperación y el armado del juego. Ambos esperaron recibir cómodos para armar el contragolpe, pero Pedro Troglio – inteligente- cortó el circuito más fuerte de una cuchilla eléctrica que se alumbra con el balón en el piso. Y claro, la ‘U’ ahogó desde la salida y no dejó jugar al rival.
Consecuentemente, Universitario de Deportes encontró los espacios necesarios en campo contrario desde los primeros minutos, adelantó sus líneas, intensificó su presencia y mató solvente desde lo individual con un golazo - sin marca - de Arquímedes Figuera a los 4 minutos y una dormida intensa de Alexis Cossio en complicidad con Luis Aguiar para el gol de Alberto Quinteros – se tomó un café mientras veía salir a Leao Butrón - a los 8 minutos del segundo tiempo.
2. Mala lectura del partido
Si algo debería reflexionar Pablo Bengoechea en pos de la Semana Santa es el poco espíritu intelectual que volcó en un planteamiento pensado desde la volante. El uruguayo repite ante la ‘U’ la pareja de volantes (Ramírez y Cruzado) que desapareció en el infierno de Avellaneda ante Independiente. ¿Por qué insistió con una apuesta que no dio resultados en la Copa Libertadores? Sí, Alianza sacó un punto en Argentina, pero no todos los días Leao Butrón amanece iluminado.
Por eso, Bengoechea replantea en el segundo tiempo con Óscar Vílchez y Aldair Fuentes con la intensión de tapar las salidas de Gómez y Quinteros, pero, evidentemente, fue demasiado tarde, porque ambos futbolistas de Universitario encontraron comodidad en su disneylandia.
3. Sin capacidad de reacción
Si algo se destacaba de la nueva versión de Alianza Lima, era la dosis de garra uruguaya que le inyectó Bengoechea en pro de la adversidad. De hecho, los ‘grones’ eran un equipo que reaccionaba, siempre que le anotaban un gol, como en el 2-2 ante ‘Muni’ y Huancayo, respectivamente.
Sin embargo, ante la escuadra de Pedro Troglio, los aliancistas atacaron con pelotazos largos y dividieron el balón ante una defensa crema compacta, que secó a Lionard Pajoy y no dejó prosperar el entusiasmo de Pacheco, Hohberg, Aguiar y el mismísimo Quevedo.
LEE ADEMÁS...