Gianluca Lapadula no tuvo que esperar mucho tiempo para ganarse un lugar en la Selección Peruana: tres asistencias y dos goles en nueve presentaciones. Números que ilusionan y reconfortan al hincha de la Blanquirroja, que desde hace algunos años empezaba a preocuparse por no encontrar el jugador que le tomaría la posta a Paolo Guerrero (nuestro capitán se viene recuperando de una lesión) en el ataque nacional.
Hoy el país entero vibra con un ‘9′ aguerrido, solidario y letal en el área, atributos que lo consolidan como uno de los delanteros más destacados de la Copa América, aunque esa posición le era extraña hace algunos años atrás. Y es que el ‘Bambino’ hasta que cumplió 20 años jugaba como extremo, algunos metros alejado de lo que hoy es su hábitat natural.
Todo cambió cuando llegó a San Marino Calcio (cuarta división de Italia) en la temporada 2011-2012, a pedido del entrenador Mario Petrone, quien descubrió la faceta goleadora que tenía el futbolista formado en la Juventus. El estratega italiano conversó con Depor para narrar pasajes, hasta hoy desconocidos, de los primeros años del ‘Bambino’ en el fútbol profesional.
¿En qué circunstancias llega Gianluca Lapadula a San Marino?
Yo lo llevé a San Marino porque necesitaba un extremo. Por aquel entonces él ocupaba esa posición en el equipo juvenil del Parma. Sin embargo, después de tres días de la pretemporada realizó un gol perfecto desde 25 metros. Al ver ese gesto técnico noté que tenía cualidades para jugar unos metros más arriba.
¿Qué pasó después?
Lo cité esa misma noche para conversar junto al capitán del equipo. Le propusimos realizar una prueba de quince días para que juegue como centrodelantero. Su capacidad para tener el arco en la cabeza era innata. No nos equivocamos. Esa temporada marcó 24 goles. A partir de ese momento empezó su carrera como ‘9′.
¿Cuál fue su reacción cuando le planteó ser delantero?
Al comienzo se sorprendió mucho, pero tenía las ganas para intentarlo porque encontró un entrenador que le dio la confianza que tal vez buscaba y necesitaba.
¿Cómo era en los entrenamientos?
Igual que en los partidos, dejaba todo en la cancha. Se entrenaba al máximo de su posibilidad. Era de esos jugadores que siempre llegaba antes. Un gran profesional. Cumplía al pie de la letra cada indicación. Tenía una predisposición increíble.
Hoy nosotros nos encontramos como un Gianluca Lapadula que tiene facilidad para integrarse al grupo y desde la interna señalan que siempre envía mensajes de motivación. ¿Ya se notaba ese perfil desde sus inicios?
Era un buen amigo. Siempre se mostraba muy solidario y quería hacer de todo para colaborar con el equipo. Sabía muy bien que era importante tener una buena relación con sus compañeros porque así podría conseguir muchas cosas en el campo de juego. Se trata de un jugador que siempre busca motivarse con algo.
Por ahora ha jugado como único ‘9′ en Perú. ¿Se le acomoda jugar con otro compañero de área?
También se le da jugar con otro delantero. Se siente muy cómodo. No se hace problema por ser el protagonista. Si tiene que dar un pase al compañero lo da. No juega para él, sino para el equipo. Eso se han podido ver ustedes en la Selección Peruana. Aunque debo precisar que se adapta con facilidad al 4-4-2 o 4-2-3-1.
¿Y qué características debería tener ese otro atacante? ¿Paolo Guerrero sería una buena opción?
Tiene que ser alguien con casi las mismas características que él. Lo tienen que ayudar a descargar la pelota y buscar los espacios. Paolo Guerrero podría jugar con Lapadula sin problemas.
¿En qué cree que ha cambiado Gianluca Lapadula estos años?
Yo casi siempre lo veo, ya sea en Italia y ahora en Perú. No cambió mucho. Sigue siendo un futbolista que escucha mucho al entrenador y a sus compañeros. Si el DT quiere realizar un cambio de sistema, Gianluca se acopla sin problemas. El Gianluca que yo vi contra Ecuador en la Copa América es el mismo que conocí hace más de diez años. Sigue teniendo la misma garra, motivación y corazón para jugar al fútbol.
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