“Mi locura es sagrada”, decía Salvador Dalí. Y el de estos muchachos también. Ellos cuentan las horas para volver a ver a su club en el extranjero luego de dos largos años. Un placer que, a la mayoría, por no decir a todos los fanáticos, la pandemia les robó. Un estilo de vida que pocos comprenden, pues hay un equipo de fútbol detrás. Ese cuadro es peruano, se llama Universitario de Deportes y este miércoles juega en Guayaquil, ciudad ubicada a casi 1.500 kilómetros de distancia de Lima y aproximadamente 24 horas de trayecto en vehículo.
Acá queda de lado el resultado de esta ida de la Fase 2 de la Copa Libertadores. Está claro que todos sueñan con ver a su equipo ganando un partido de este prestigioso certamen, pero en este periplo, lo importante es acompañar al equipo de tus amores, de que el jugador sienta que, en la tribuna, hay un grupo de ‘locos’ que saltan y cantan haciendo respetar los colores de la institución. Eso, señores, no tiene precio.
De Lima al norte
La aventura de muchos hinchas cremas comenzó el último viernes saliendo de cualquier terminal terrestre con llegada a Chiclayo, ciudad en la que el sábado enfrentaron a Carlos Stein. El calor hizo que los cremas perdieran en Lambayeque, pero no acabó con la ilusión de sus fanáticos. Los hinchas para evitar deshidratarse debieron recurrir a marcianos, cremoladas o cualquier otra bebida helada.
En la “Capital de la Amistad” no podían faltar sus platos típicos. “La Cocina de Rosita” nos sorprendió con su suculenta tortilla de raya, una majestuosa tortita de choclo o un ceviche de tollo en su punto. Todos con calificación de diez puntos y un promedio de 40 soles por persona.
Un sábado de noche no podía faltar una salida por la ciudad con locales nocturnos como “Baldoria”, en la que los hinchas merengues disfrutaron de bebidas como cervezas, piscos o rones. Al día siguiente Pimentel sorprendía con su calor y la presencia de “DJ Peligro” en “Florida”.
A los que decidieron seguir el camino a Tumbes los sorprendió una playa casi paradisíaca llamada “Caleta La Cruz”, que para los conocedores supera a otras más conocidas como Zorritos o Máncora.
Del norte a Guayaquil
El sábado, después del partido y luego de comer un suculento arroz con pato, algunos fanáticos de Universitario de Deportes decidieron regresar a la capital porque debían cumplir con sus horarios de trabajo. Otros, en cambio, eligieron seguir su camino.
Así un primer grupo llegó hasta Tumbes el lunes en la mañana. Luego de hacer un breve recorrido por la ciudad norteña, pasear en la plaza dos caminos tuvieron ahí. El primero ingresar por la vía legal, llegar al Centro Binacional de Atención Fronteriza (CEBAF) que une a las localidades de Aguas Verdes en el Perú y Huaquillas en Ecuador.
Ahí lo primero que tuvieron que hacer es pasar por el médico para certificar que cuentan con dos vacunas y luego de ello ir a Migraciones para sellar sus pasaportes o pedir un salvoconducto, en caso de que solo vayan a ingresar con DNI. “No tenemos dinero, pero mal no la pasamos”, nos contó una de los primeros hinchas cremas que llegó hasta Ecuador.
La pasión por Universitario de Deportes no distingue de género. En este viaje muchas chicas se animaron a cruzar la frontera por primera vez y hacer un esfuerzo para acompañar a su equipo por noventa minutos que quedaran grabados para toda su vida. Porque la Copa Libertadores es otra pasión.
Otro grupo de hinchas merengues llegó a Zarumilla el martes a primera hora y luego de ello fue hasta el CEBAF. Ahí se toparon con que el horario de atención comenzaba a las 8 de la mañana y tuvieron que esperar para ser atendidos. En este instante, se dio el caso de uno de los fanáticos cremas, a quien llamaremos “Víctor” y el que con el DNI vencido y sin pasaporte no tuvo más remedio que pedir un permiso excepcional de rodillas para poder cruzar la frontera. “Quiero entrar de legal”, le dijo y obtuvo un permiso casi milagroso, por no decir prohibido.
Luego de cruzar la frontera, los fanáticos merengues llegaron hasta Huaquillas, la ciudad fronteriza de Ecuador. Ahí todo ya es dólares. Por ejemplo, un pasaje hasta Guayaquil cuesta ocho, un helado uno y un par de polos, para quienes llevaron poca ropa, dos por cinco.
El viaje a la localía de Barcelona SC, el rival de turno de la ‘U’, duró cerca de cinco horas. Un paso obligado previo es la ciudad de Machala. Una de las cosas más llamativas en el camino es que tiene un gran número de árboles, algo que también se repite por Guayaquil.
Justamente, ya en la ciudad portuaria, lo más llamativo es su clima cálido, aunque al mismo tiempo nublado. Ello pues por esta época del año la lluvia es algo común. Este martes, cuando el segundo grupo arribo al terminal terrestre de la ciudad, los sorprendió una lluvia torrencial. Y claro, lo que tampoco pueden faltar son las camisetas del ‘Canario’, rival merengue de este miércoles.
Un aliento que llega en bus
La ruta de los fanáticos merengues continuará este miércoles. Tres buses saldrán desde Tumbes y luego de unas seis horas dirán presentes en Guayaquil. Otro, ya se encuentra en camino desde la ciudad de Lima. Y los fanáticos del Bajo Piura no tuvieron mejor idea que subirse a un tráiler para ahorrar costos. Muchos van con el dinero a las justas, pero lo que sobra es la ilusión de ver a Universitario de Deportes en una cancha en el extranjero, pues solo unos cuantos privilegiados pudieron ir hasta Miami).
Lo que tampoco faltará es el aliento pues se tiene previsto que entre 300 y 500 fanáticos estén presentes en el Estadio Monumental Banco Pichincha de Barcelona de Guayaquil, una cancha similar al coloso crema ubicado en Ate. La fiesta en la tribuna será otra historia. El retorno también.
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