Melgar arrancó la Libertadores en casa y con una derrota: cayó por 2-1 ante el poderoso Atlético Mineiro. Si bien es cierto que enfrentó al rival (en teoría) más difícil, el 'Galo' desnudó algunos aspectos que los rojinegros pasan por desapercibidos en el torneo local.
El punto más bajo de Melgar fue la defensa. El equipo de Juan Reynoso está acostumbrado al Descentralizado donde pocos equipos son los que proponen un juego intenso de constante ataque. Édgar Villamarín no congenió con el 'colocho' Juan Bolaños, puesto que fue el primer partido que ambos jugaron juntos.
Por su parte, los laterales del 'Dominó' sufrieron con los veloces extremos del equipo rival. Minzum Quina y Jesús Arismendi no pudieron hacerle frente a los 'brazucas', Hyuri y Patrick. Hyuri se cansó de sacar centros venenosos y Patrick se encargó de poner el tanto de la victoria.
El mediocampo con el que inició Melgar tenía jugadores de corte mixto. Alexis Arias jugó por derecha, Dhawlin Leudo al centro y Anderson Santamaría por izquierda. La idea de poblar los lados con la presencia de Arias y Santamaría era la de evitar las proyecciones de los volantes brasileños.Sin embargo, estos jugadores que están acostumbrados a romper líneas luego de recuperar los balones, no estuvieron finos en la entrega de los pases.
Leudo se paró al centro y se encargó de habilitar a los delanteros con pases en profundidad. Pero al igual que Alexis y Anderson, el 'cafetero' tampoco pasó la redonda con criterio. La idea de Reynoso era la de tapar las salidas de los albinegros, pero la volante del equipo visitante fue el punto más sólido. Faltó algunos jugadores que estén acostumbrados a generar juego en el equipo rojinegro.
Fueron los primeros 15' los mejores de Melgar. Los arequipeños se pusieron adelante en el marcador y le jugaron de igual a igual al Mineiro. Pero el equipo volcánico no pudo sostener el ritmo, aquel del cual nuestro fútbol nacional es austero, hasta el final de la primera parte. En esos cruciales 45', se anotaron todos los goles.
En la segunda mitad Melgar priorizó el juego defensivo y conservador, esperando algún centro, falta o pase en profundidad para que los atacantes las peleen arriba. Esta característica de Reynoso es conocida, debido a que es la fórmula que suele practicar en los partidos de visita.
El equipo mejoró colectivamente para la parte final, pero se notó más deslucido. Tuvo algunas ocasiones para anotar, pero con las pocas ocasiones que generan, deberían practicar más (y mejorar) en la definición.
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