y son dos equipos que me rompen la cabeza. Me deslumbran. Tienen el fútbol moderno en el alma. Tienen impregnados la combinación de rapidez absoluta con técnica. Para Marcelo Gallardo y Jorge Jesús, entrenadores de los finalistas, van de la mano. La velocidad que le imponen al juego de sus conjuntos, no es motivo alguno para prescindir de la precisión y efectividad. Todo lo contrario, tienen que complementarse. Los millonarios no te dejan jugar y pasan al ataque sin que te des cuenta. El Mengao se mueve y te confunde. Te sorprende. Doy gracias al Dios del fútbol por ponerlos en esta instancia final y sobre todo por ubicarlos en Lima.

Sin lugar a dudas, la Copa Libertadores tendrá a sus dos mejores equipos en el partido decisivo. Por un lado, River Plate, viene atravesando los años más gloriosos en la historia del club, ganando diez títulos en las últimas cinco temporadas con Gallardo –entre ellos dos Libertadores, dos Sudamericanas y dos Recopas– y además llega al partido luego de eliminar a su máximo rival, Boca Juniors. Menudo factor motivante. Los millonarios cuentan con un equipo que sabe jugar de memoria. Desde Armani hasta Santos Borré. El equipo entiende cuándo y cómo presionar a la perfección. Te asfixia al punto de no dejarte pensar. Y cuando tienen el balón juegan al ritmo de Enzo Pérez y de Nacho Fernández. Van para adelante con una velocidad que impresiona. Para cosas distintas lo tienen al colombiano Juanfer Quintero.

Por el otro lado estará Flamengo, que vapuleó a Gremio en la otra llave y que tiene prácticamente ganado el Brasileirao. Está a once puntos del segundo, Palmeiras, a falta de cinco partidos para el final del campeonato. Vale recordar que el mengao ganó la edición de 1981 -con un Zico endiablado- y luego nunca volvió a jugar una final. Por eso vive sus mejores momentos desde hace treinta y ocho años. Tiene a Gabriel Barbosa, alias Gabigol, como su máxima figura, es el goleador de la Copa y del Brasileirao con 7 y 21 goles respectivamente. El delantero siempre está bien acompañado por la velocidad de Bruno Henrique y por la magnífica técnica de Everton Riberio y de Giorgian De Arrascaeta. El ataqué del Fla es puro movimiento. Ocupar los espacios vacíos y generar la mayor cantidad de líneas de pase. Atrás tienen a dos laterales de trayectoria como Filipe Luis y Rafinha y en la zaga central cuentan con Rodrigo Caio, que, en los cuartos de final frente al Internacional, Paolo Guerrero no lo pudo pasar ninguna vez.

Ambos conjuntos se han visto las caras en doce oportunidades de manera oficial. Fueron cinco victorias de River Plate, cuatro de Flamengo y tres empates. Sin embargo, por Libertadores la ventaja la tienen los de Rio de Janeiro. Se enfrentaron en cuatro ocasiones. La última vez fue en la edición 2018, en fase de grupos, donde igualaron 2-2 en el Maracaná y 0-0 en el Monumental. Anteriormente, en 1982, el Fla ganó los dos partidos, 3-0 como visitante y 4-2 en condición de local.

Ahora la historia los juntó por primera vez en una final de Copa Libertadores y nada menos que en Lima. Seremos testigos de esa explosión de fútbol que nos muestran el mejor River Plate y el mejor Flamengo. Saquemos provecho. Disfrutemos del partido. Respiremos todo el aire copero que podamos. Dejemos que esta semana Lima sea un poco más argentina y brasileña. Seamos los mejores anfitriones para el arsenal de gente que viene con todos los sueños puestos en el partido. Porque de alguna manera el nombre del Perú también va a estar en esa cancha.